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Mostrando las entradas de diciembre, 2013

El super crítico

Una meditación para transformar el juez interior en aliado     Eloise Ristad Rev. UNO MISMO Experimenta un poco con esto. Cierra los ojos y mira a tu propia colección de jueces. Vas a encontrar a estos sombríos personajes con relativa facilidad. Son las figuras de autoridad que te imponen estrictas reglas –son los que te ordenan innumerables misiones de deberes, en vez de hacerte saber lo que tu realmente necesitas y quieres. Estos son los personajes que tratas de expulsar de tu conciencia, pero que se aferran a ella con obstinación de niños consentidos. Son ellos los que te producen esa vaga e incómoda sensación en el estómago cuando no cumples con sus normas invisibles, cuando te has comportado de una forma un poco ridícula,  o cuando has tenido una fantasía encantadoramente perversa. Son esas criaturas que aparecen oscuras y amenazadoras cuando te das cuenta que eres bastante peor de lo que realmente tu ego parece en público.             Deja que tus jueces tomen la forma

La Conciencia de Sí

José Antonio Ramón Calderón* La Conciencia de Sí podría definirse como un estado alerta en el que el hombre permanece atento de sí mismo y del entorno simultáneamente. La Conciencia de Sí es la capacidad de dividir la atención entre uno mismo y el exterior. Esto logra que el hombre nunca se olvide de sí .             La experiencia que llega como resultado de compartir la atención entre uno mismo y el exterior se percibe como “un despertar”. El hombre, tan pronto vive la Conciencia de Sí, tiene la clara sensación de haberse despertado y de que anteriormente se encontraba totalmente sumergido en un estado de sueño psíquico.             Para comprobar si habita o no en un sueño psíquico, haga el siguiente experimento: ponga atención sobre usted mismo y sobre el lugar en el que se encuentra simultáneamente. Es decir, recuérdese (en el sentido de permanecer alerta de usted mismo y no en el sentido de pensar en uno mismo). Permanezca atento a su cuerpo (no piense en él). Perm

La felicidad elegida

Frances Vaughan La búsqueda incesante de la felicidad se basa en aquel aspecto del sueño americano que considera que es posible alcanzar la felicidad y que si uno es desdichado es que algo anda mal Si comprendemos mejor la naturaleza de la felicidad y los problemas de la búsqueda, quizá  comprendamos también las motivaciones que inducen a elegir el camino espiritual en lugar de otras búsquedas profanas más ampliamente aceptadas. A veces, la búsqueda de la felicidad, siempre esquiva y decepcionante, se convierte en un poderoso acicate del viaje interno hacia el self.             La conciencia puede sintonizarse a cualquier dimensión de la experiencia. Por ejemplo, existe una tendencia terapéutica que considera que los problemas deben resolverse y tiende a centrar nuestra atención en los problemas psicológicos. Y, por supuesto, siempre hay problemas, reales o imaginarios, que resolver y necesidades que satisfacer, pero, como observaba Carl G. Jung, los problemas más importantes de

El terapeuta insensible: grupo terapéutico voraz dependiente

Bitácora de Conducción Grupal (7 de mayo de 2013) Eduardo Carlos Juárez López Maestría en Psicoterapia Gestalt La sesión fue una continuación de otra en la que se había trabajado el rasgo de sensible a insensible. En ese sentido el grupo estaba caldeado. La maestra preguntó quiénes querían participar. Esperé a que alguien se animara pero salió el tema de que era uno de los que llevaban sólo una sesión conducida. Tenía resistencia a participar pero cuando la maestra preguntó quién se aventaba solo no dudé ni un segundo en ofrecerme. La verdad me gusta trabajar solo, me siento cómodo y me gusta mi arrojo.  Empecé a escanear al grupo preguntando cómo se sentían. Casi todos respondían intelectualizando “estoy rígida”, “estoy intolerante”, “estoy cerrada”. Estaban describiendo lo que hacen en vez de sentimientos. Dalia* fue la única que respondió desde el sentimiento diciendo que estaba feliz y que quisiera que este momento se expandiera (me preguntaba si realmente estaba fel

Egoísmo

José Antonio Ramón Calderón* El egoísmo es el resultado de un ego, o centro, cuyo único interés es el de nutrirse y crecer, expanderse y permanecer.             Imaginemos a dos hombres que por separado caminan en un bosque. Repentinamente escuchan el hermoso canto de un pájaro. Llamados por el canto se encaminan para tratar de conocer a quien lo emite. Después de algunos minutos de búsqueda ambos logran ver el hermoso pájaro multicolor cuyo canto es en verdad placentero.             Uno de los hombres, ante el hecho descrito, podría querer atrapar al hermoso animal, enjaularlo, y llevarlo a su casa. Una vez en su casa podría regocijarse sabiendo que ningún otro hombre, al menos en la vecindad, posee un pájaro igual al suyo. También podría surgirle la idea de invitar a sus amigos para mostrarles a su pequeña presa, ya que ésta por su bello plumaje y por su hermoso canto sería alabado, y junto con éste a quien lo posee.             Nuestro segundo hombre, ante el mismo hech