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Mostrando las entradas de febrero, 2014

¿Qué es para mí enseñar Terapia Gestalt?

Carmen Vázquez Bandín Junto con las características, podríamos llamar <<objetivas>>, que creo necesita tener cualquier formación práctica y vivencial, destacaría dos elementos que considero básicos para la formación de terapeutas gestálticos: ·         Transmitir la pasión y la fascinación por la Terapia Gestalt. ·          El apoyo continuo a cada estudiante según sus características. Separar y distinguir cada uno de los puntos anteriores no me resulta una tarea fácil. Cuando llego a un grupo de formación, de mi propia escuela o de otra escuela, busco la manera de que nos sintamos <<campo>>. Después de veinte siglos de pensar y vivir en términos individuales e intrapsíquicos no es algo que resulte fácil, podría resumirlo diciendo que me muestro accesible, disponible. Pienso que los primeros minutos configuran todo el taller. Durante estos pocos minutos cada estudiante, sin ser muy consciente de ello, se centra en lo fenomenológico del formador y hace

APRENDER UN ACTO TOTAL (Segunda parte)

Ramón Gallegos Nava. Aprender, en educación holista, es el punto central de todo el proceso educativo. Es más importante que enseñar; ya no podemos hablar de enseñanza-aprendiza­je porque no tienen la misma importancia. La lógica edu­ cativa de nuevo paradigma se articula sobre el proceso de aprender. En la nueva visión todos los involucrados en el proceso educativo como profesores, administradores, alumnos, empleadores, padres, convergen en la escuela con un objetivo común: aprender. Aunque cumplan diferentes roles, el objetivo de todos es aprender. Este es un proceso que dura toda la vida y rebasa el ámbito del salón de clases; el profesor se convierte en otro aprendiz: su función no solo es enseñar sino también seguir apren­diendo. La enseñanza sigue teniendo lugar pero como apoyo del aprendizaje. Con un objetivo puramente metodológico, la educación holista ha señalado cuatro aprendizajes estratégicos para la educación del siglo XXI, que han sido también señalados por UNESCO,

Aprender un acto total (primera parte)

                                                               APRENDER UN ACTO TOTAL Ramón Gallegos Nava. No existe separación entre aprender y vivir, ésta es la noción holística sobre la que se fundamenta la estrategia educativa de nuevo paradigma. Esta noción nos lleva a entender que en educación holista el currículum es la vida en todas sus manifestaciones: educamos no sólo para el desempeño de una profesión en particular, eso sería algo sumamente limitado; no para transmitir un conjun­to de información que rápidamente se volverá obsoleta; no para la competencia porque eso llevara al estudiante a la deshumanización; en educación holista se trabaja para desarrollar seres humanos integrales, inteligentes y con un profundo amor a la vida. Amar la vida es amar el aprendizaje. La educación mecanicista funciona fuera del amor al aprendizaje porque funciona con contenidos e información exclusivamente. En educación holista el aprendizaje es una expresión natural de la ale

El arte de la historia

La historia de dos personas que se van a convertir en amantes es algo tan eterno que en honor a ella casi podríamos olvidarnos del momento en que ocurre. ¡Es tan agradable relatar ese tipo de historias! ¡Qué maravilloso sería olvidarse de aquella que ha sorbido la savia de nuestras cortas vidas para poder emplearla en sus vanas obras, ¡qué hermoso sería olvidarse de la historia! Pero su fantasma golpea a la puerta y entra en el relato. No aparece bajo la apariencia de la policía secreta, ni con la de un repentino golpe de Estado; la historia no se pasea únicamente por las cumbres dramáticas de la vida, sino que se filtra, también, como el agua sucia en la vida cotidiana; en nuestro relato aparece con la forma de unos calzoncillos. Tomado de Kundera, Milan. (2001). La vida está en otra parte. México: Seix Barral Editorial. Etiquetas: Amantes, relato, vida

Comparándonos con otros

José Antonio Ramón Calderón Era una hermosa rosa roja situada en un lugar importante del jardín. El jardín contenía múltiples arreglos de formas y colores diversos. La rosa roja lucía imponente y delicada; apuntaba su corola en dirección al sol y éste, al tocarla con sus rayos, producía una hermosa combinación de formas, texturas y colores. Ello, a su vez, producía en el observador “alerta” una sensación difícil de explicar. La rosa, al moverse por los ligeros vientos ocasionales, se mostraba frágil, aunque llena de vida.             La rosa era hermosa en sí misma. No era necesario compararla con otra. Compararla destruiría su propia belleza y delicadeza. Permanecí observándola por algún tiempo sin compararla en ningún momento con otra rosa del jardín.             Más tarde, observé otras rosas. Todas ellas eran hermosas. Su belleza radicaba en el acto de no compararlas. Cada una, individualmente, era una hermosa rosa situada en aquel iluminado y amplio jardín. Sabemo