Estuve un fin de semana en un curso introductorio que de principio se me hizo raro ya que de repente ví muchas personas sentadas en un cojín, esto rompió ciertos esquemas en mí (lo que continuó hasta el final del curso). Después con el pasar de las horas me fui sintiendo cada vez más a gusto porque el ambiente fue bastante amigable.
Roberto
Manos entrelazadas, brazos acogedores, dinámicas conmovedoras caracterizaron a esta nueva familia, donde cada uno de sus miembros aportamos algo, un algo particular, individual que fue indispensable para alcanzar el propósito de nuestro grupo: aprender a vivir para servir con el corazón.
Rocío
..Sentí que hay personas preocupadas por rescatar la parte humana, l cual había yo perdido.
…con el poco tiempo de haberlo vivido el fin de semana, pude llevarlo a mi casa con mi esposo y mi hija y noté un cambio positivo en mi y en ellos.
Ana
Lo más relevante fue el vivir profundamente la emoción de haber sido ayudado en la dinámica de los “ojos vendados”… viví la ayuda como un acto humano demasiado sensible.
Luis
Cambió en mí la visión que tenía de la maestría, antes, venía para aprender de manera teórica y ahora tengo una visión más completa que abarca también el crecimiento personal.
Alfredo
Soy algo más que un título, que mi pasado está aún aquí en mi presente, que la vida es el aquí y ahora, a trabajar en equipo; a confiar, a reír, a llorar de nuevo…
Carmen
Cambié el quitarme la culpa hacia los demás por buscar mis espacios, pues comprendí que me hace muy feliz el darme momentos de soledad y olvidarme del mundo.
Y cambió la manera en que concibo relacionarme, pues me di cuenta de lo gratificante que es hacerlo, sin defensas.
Lourdes
Me lleno de alegría y emotividad el percatarme que hay un grupo de personas que viven y sienten como yo, con cierta intensidad que antes de la experiencia vivida el fin pasado, me molestaba sentir y ahora me permito más abiertamente experimentar esa intensidad de mis emociones.
Mary
Roberto
Manos entrelazadas, brazos acogedores, dinámicas conmovedoras caracterizaron a esta nueva familia, donde cada uno de sus miembros aportamos algo, un algo particular, individual que fue indispensable para alcanzar el propósito de nuestro grupo: aprender a vivir para servir con el corazón.
Rocío
..Sentí que hay personas preocupadas por rescatar la parte humana, l cual había yo perdido.
…con el poco tiempo de haberlo vivido el fin de semana, pude llevarlo a mi casa con mi esposo y mi hija y noté un cambio positivo en mi y en ellos.
Ana
Lo más relevante fue el vivir profundamente la emoción de haber sido ayudado en la dinámica de los “ojos vendados”… viví la ayuda como un acto humano demasiado sensible.
Luis
Cambió en mí la visión que tenía de la maestría, antes, venía para aprender de manera teórica y ahora tengo una visión más completa que abarca también el crecimiento personal.
Alfredo
Soy algo más que un título, que mi pasado está aún aquí en mi presente, que la vida es el aquí y ahora, a trabajar en equipo; a confiar, a reír, a llorar de nuevo…
Carmen
Cambié el quitarme la culpa hacia los demás por buscar mis espacios, pues comprendí que me hace muy feliz el darme momentos de soledad y olvidarme del mundo.
Y cambió la manera en que concibo relacionarme, pues me di cuenta de lo gratificante que es hacerlo, sin defensas.
Lourdes
Me lleno de alegría y emotividad el percatarme que hay un grupo de personas que viven y sienten como yo, con cierta intensidad que antes de la experiencia vivida el fin pasado, me molestaba sentir y ahora me permito más abiertamente experimentar esa intensidad de mis emociones.
Mary
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