
Los padres de familia de alumnos con necesidades especiales siempre han llamado mi atención, pues observaba que los maestros les exigían mucho compromiso, que se les brindaban orientaciones pedagógicas y psicológicas, sobre cómo apoyar a sus hijos; pero nunca nadie se detenía a ver su aspecto emocional. Había observado su esfuerzo y en varios casos su desgaste emocional, pues desde que sus hijos nacieron tuvieron que acudir a médicos, pedagogos y diferentes especialistas, que les daban orientaciones sobre cómo ayudar a sus hijos, dejando para después su persona.
Me acerqué a Gestalt pidiendo información para poder canalizar a padres de familia de alumnos con necesidades especiales; en esa primera visita me dieron información sobre las maestrías. Salí de las oficinas con una preinscripción y con la esperanza de que la maestría en Psicoterapia Gestalt me diera elementos para apoyar a los padres de familia y maestros con los que trabajo y, además me permitiría crecer como persona.
Así fue como inicié la aventura de estudiar una maestría en Gestalt y cuando tuve que elegir el tema para mi trabajo recepcional por supuesto que opté por trabajar con padres con necesidades especiales.
A dos años de haber dicho sí al reto de estudiar la maestría en psicoterapia Gestalt, me siento afortunada y agradecida, pues encontré más de lo que lo que venía buscando; puedo decir que la maestría me brindó elementos para acercarme, entender y orientar a los padres de familia de alumnos con necesidades especiales y otros adultos con los que trato, enriqueciéndome como profesionista. En el plano personal la maestría me ayudó a conocerme profundamente, a cambiar, sintiéndome feliz de ser quien soy.
ALICIA MORALES LACHINO
Maestría en Psicoterapia Gestalt
Generación 2007-2009
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