Hoy, a punto de finalizar el llamado "Día de la familia", me permito hacer una reflexión, y es que muchos piensan que este día festivo del mes de marzo es otro pretexto para comercializar muchos productos, vender desayunos y comidas en restaurants, entradas al cine, o viajes. Sin embargo más allá de todo esto, me parece una gran idea poner una fecha en nuestro calendario que nos recuerde lo más importante que tenemos en la vida... la familia. Y así como se menciona que el día de las madres, no debemos celebrarlo solo el 10 diez de mayo, me parece que el día de la familia debe ser celebrado en cada momento del día de los 365 días del año en que podamos estar en contacto con los miembros de nuestro grupo primario de apoyo (o sea nuestra familia), y que es de todos bien sabido la importancia que tiene para cada uno de nosotros los seres humanos, y es que bajo la declaración de los derechos humanos:
"La familia es el núcleo o el epicentro donde se forma la sociedad o el país. Por esta razón no debe ser maltratada, violada, esclavizada, ignorada por su color de piel, desterrada por sus orígenes o principios de religión. Tampoco debe ser odiada por el sitio donde se ubica o vive en este mundo."
Y sobre esta afirmación en particular me llama la atención, el que al provenir de la declaración de los derechos humanos, la familia es evidentemente considerada como un derecho, el derecho a tener una familia, a formar un grupo, a crear lazos; que son esenciales y primordiales para todo ser humano. Pero ustedes estarán de acuerdo en que no cualquier grupo puede ser una familia, según el antropólogo Claude Lévi-Strauss la familia consta de una madre, un padre y los hijos, pero quizás este concepto ha evolucionado y se ha flexibilizado mas allá de los lazos consanguíneos, y se ha enfocado en un lazo que une más que la sangre: El amor; y es que la familia representa un valiosísimo potencial para el amortiguamiento de los efectos dramáticos de problemas que se presentan a lo largo de la vida, ya que no me imagino que sería de nosotros sin un hombro o un regazo en el cual llorar, unas pupilas llenas de atención en cuales reflejarnos, una sonrisa de orgullo, un gesto de aprobación, un abrazo de apoyo, o unas palabras de aliento, todo esto solo podemos encontrarlos con aquellos a los que consideramos nuestra familia; aquellos que nos aman tal como somos, que nos aceptan, y que sienten pertenecer a nuestra vidas como nosotros sentimos que pertenecemos a la de ellos, porque de esta forma también podemos reconocer que la familia es, ante todo, una comunidad de amor y de solidaridad.
Existen personas que nos comparten desde su experiencia que ellos consideran a gente ajena a su grupo primario, como un hermano o hermana mas, un segundo padre, un tío, una abuela, o un "como si fuera mi hijo", personas a las cuales las unen lazos de amor desinteresados, entregados, auténticos y me atrevería a decir que eternos, que los hacen convertirse en familia; es por eso que el día de hoy, como todos los días, volteo hacia mis adentros, y los veo claramente ahí: a mis padres y a mi hermano, y los siento profundamente como parte de mi existencia, y con ese sentimiento presente este día nos prestamos a subir al auto e hicimos el viaje para reunirnos con los miembros de la familia extensa, abracé a mi abuela, platiqué con mis tías, compartí la mesa con mis tíos, jugué con mis primitos, y al final del día me quedó la sensación de seguridad y de satisfacción que sólo nos brindan los momentos que pasamos en familia; donde lo ridículo se vuelve gracioso, lo trágico encuentra una lado positivo, los exitoso se convierten en fiesta, y donde nuestra existencia se magnifica ante la presencia de los otros que la valoran más que en cualquier otro lugar.
Es así que el día de hoy los invito a marcar en cada día de su calendario distinto a este 7 de marzo, una frase al estilo Alicia en el país de la maravillas que diga "Feliz No día de la familia", porque un día que se ha marcado como festivo basta para recordarnos que todos aquellos que restan no necesitan que alguien nos recuerde lo importante que es la familia, sino que simplemente hay que permitirnos contactar diariamente o lo más seguido posible con aquellos que nos han hecho alguna vez pensar o decir en voz baja "hogar dulce hogar" cuando llegamos a casa después de un día pesado, de un viaje largo, de un momento de triunfo; reconociendo que esta dulce estadía reside en el seno familiar. Y es por eso que no importa el tiempo, ni la edad, ni siquiera las palabras o el lugar, lo importante es reconocer que "donde estemos juntos será nuestro hogar".
¡Feliz día de la Familia a todos! y los siguientes "Felices no días de la familia" también.
Psic. Oscar A. García Carlín.
Estudiante del 4° semestre de la Maestría en Psicoterapia Guestalt
"La familia es el núcleo o el epicentro donde se forma la sociedad o el país. Por esta razón no debe ser maltratada, violada, esclavizada, ignorada por su color de piel, desterrada por sus orígenes o principios de religión. Tampoco debe ser odiada por el sitio donde se ubica o vive en este mundo."
Y sobre esta afirmación en particular me llama la atención, el que al provenir de la declaración de los derechos humanos, la familia es evidentemente considerada como un derecho, el derecho a tener una familia, a formar un grupo, a crear lazos; que son esenciales y primordiales para todo ser humano. Pero ustedes estarán de acuerdo en que no cualquier grupo puede ser una familia, según el antropólogo Claude Lévi-Strauss la familia consta de una madre, un padre y los hijos, pero quizás este concepto ha evolucionado y se ha flexibilizado mas allá de los lazos consanguíneos, y se ha enfocado en un lazo que une más que la sangre: El amor; y es que la familia representa un valiosísimo potencial para el amortiguamiento de los efectos dramáticos de problemas que se presentan a lo largo de la vida, ya que no me imagino que sería de nosotros sin un hombro o un regazo en el cual llorar, unas pupilas llenas de atención en cuales reflejarnos, una sonrisa de orgullo, un gesto de aprobación, un abrazo de apoyo, o unas palabras de aliento, todo esto solo podemos encontrarlos con aquellos a los que consideramos nuestra familia; aquellos que nos aman tal como somos, que nos aceptan, y que sienten pertenecer a nuestra vidas como nosotros sentimos que pertenecemos a la de ellos, porque de esta forma también podemos reconocer que la familia es, ante todo, una comunidad de amor y de solidaridad.
Existen personas que nos comparten desde su experiencia que ellos consideran a gente ajena a su grupo primario, como un hermano o hermana mas, un segundo padre, un tío, una abuela, o un "como si fuera mi hijo", personas a las cuales las unen lazos de amor desinteresados, entregados, auténticos y me atrevería a decir que eternos, que los hacen convertirse en familia; es por eso que el día de hoy, como todos los días, volteo hacia mis adentros, y los veo claramente ahí: a mis padres y a mi hermano, y los siento profundamente como parte de mi existencia, y con ese sentimiento presente este día nos prestamos a subir al auto e hicimos el viaje para reunirnos con los miembros de la familia extensa, abracé a mi abuela, platiqué con mis tías, compartí la mesa con mis tíos, jugué con mis primitos, y al final del día me quedó la sensación de seguridad y de satisfacción que sólo nos brindan los momentos que pasamos en familia; donde lo ridículo se vuelve gracioso, lo trágico encuentra una lado positivo, los exitoso se convierten en fiesta, y donde nuestra existencia se magnifica ante la presencia de los otros que la valoran más que en cualquier otro lugar.
Es así que el día de hoy los invito a marcar en cada día de su calendario distinto a este 7 de marzo, una frase al estilo Alicia en el país de la maravillas que diga "Feliz No día de la familia", porque un día que se ha marcado como festivo basta para recordarnos que todos aquellos que restan no necesitan que alguien nos recuerde lo importante que es la familia, sino que simplemente hay que permitirnos contactar diariamente o lo más seguido posible con aquellos que nos han hecho alguna vez pensar o decir en voz baja "hogar dulce hogar" cuando llegamos a casa después de un día pesado, de un viaje largo, de un momento de triunfo; reconociendo que esta dulce estadía reside en el seno familiar. Y es por eso que no importa el tiempo, ni la edad, ni siquiera las palabras o el lugar, lo importante es reconocer que "donde estemos juntos será nuestro hogar".
¡Feliz día de la Familia a todos! y los siguientes "Felices no días de la familia" también.
Psic. Oscar A. García Carlín.
Estudiante del 4° semestre de la Maestría en Psicoterapia Guestalt
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