Psic. Gabriel Bello Martínez
El adolescente presenta muchas necesidades emocionales en su desarrollo psicológico, una de ellas es el sentido de pertenencia; ser aceptado, saber que pertenece y que es importante para alguien, aumenta el significado de su vida, sube su nivel de autoestima, y es capaz de hacer lo que sea, con tal de suplir esa necesidad. En este contexto, muchas relaciones afectivas o noviazgo en la adolescencia, se convierten en fuente de felicidad y conflicto simultáneamente, dándole paso a lo que llamamos relaciones afecto-destructivas. Una relación en la que no se siente del todo bien pero de la que tampoco se quiere o puede salir, o sea, una relación de pareja, que tarde o temprano deteriorará el desarrollo psicológico y/o social del adolescente.
Cómo es el comportamiento de la pareja (él o ella porque se da en ambos casos), que presenta abuso psicológico en su relación:
a) Busca la manera de saber qué estás haciendo y con quién
b) Te cela sin razón.
c) Pregunta constantemente ¿qué harías sin mí?
d) Te da miedo su reacción impulsiva o violenta.
e) Amenaza con hacerse algo si lo dejas.
f) Te obliga a comportarte o vestirte de determinada manera.
g) Te hace sentir culpable de la situación.
h) Tienes que cuidar lo que haces o dices para evitar su enojo.
i) Te hace sentir como de su propiedad.
j) No te deja convivir con tus amigos.
k) Él termina decidiendo qué hacer o a dónde ir.
Ahora describamos las relaciones patológicas donde hay co-dependencia y conducta obsesiva por parte de uno o de los dos:
a) Incapacidad de dejar de pensar en el ser amado.
b) Alta exposición física hasta el punto de sofocar emocionalmente al otro y no dejar tiempo para casi nada.
c) Se entregan a la relación hasta hacerla su prioridad, o ponerla por encima las demás relaciones (padres y amigos).
d) Sienten que la vida no vale nada sin la presencia del otro.
Por último, un tipo de relación muy común y que difícilmente se considera patológica por quienes la viven, es la relación con violencia física; una relación en la que se dan desde apretones de brazo, jalones y empujones, hasta cachetadas para controlar la reacción que se está presentando.
El por qué se dan este tipo de relaciones, será tema de otro artículo, sin embargo déjame
decirte cuáles son los cuatro principios de una relación emocionalmente sana, y te animo a que los lleves a la tuya, puedas disfrutar de ella, y ser realmente feliz. Primero: Conservan su individualidad social, cada uno atiende responsablemente sus otras relaciones. Segundo: Conservan su individualidad psicológica, ninguno se permite utilizar o aprovecharse del otro por medio de control o manipulación. Tercero: Hay comprensión mutua con las obligaciones y responsabilidades que cada uno tiene en lo particular, ej. Reglas, horarios, tareas, etc.
Cuarto: Ambos se comprometen a darse un trato además de afectuoso, humano y respetuoso.
El Licenciado Gabriel Bello Martínez es Psicólogo clínico especialista en adolescentes y Director de Escuela para Padres de Adolescentes.
Correo: email: gbm@cmclatino.com
http://porunasupervidasexual.com/blog/ dice:
ResponderBorrarDe la falta de amor propio y valores que los padres de familia no inculcaron a sus hijos
desde la infancia, nacen estas relaciones afecto-destructivas. Considero que un tema como este, los padres de familia deberían abordarlo con su hijo o hija adolescente antes que suceda (incluso usando casos hipotéticos), y así los jóvenes estarán preparados para enfrentar y solucionar una relación en esas condiciones (o incluso toda su sexualidad).
http://porunasupervidasexual.com/blog/ dice:
ResponderBorrarDe la falta de amor propio y valores que los padres de familia no inculcaron a sus hijos desde la infancia, nacen estas relaciones afecto-destructivas. Considero que un tema como este, los padres de familia deberían abordarlo con su hijo o hija adolescente antes que suceda (incluso usando casos hipotéticos), y así los jóvenes estarán preparados para enfrentar y solucionar una relación en esas condiciones (o incluso toda su sexualidad).