Hace pocos años escuchar de “violencia” era oír hablar de guerras en otros países. Hoy hablar de este doloroso tema es hablar de lo cotidiano, en nuestro entorno más cercano. La violencia nos ha alcanzado. Pero la violencia tiene manos que sostienen armas, cabezas que toman decisiones y corazones llenos de odio, de deseos de destrucción, de venganza y ambiciones insanas… ¿Estarán tan llenos de necesidades?
Me pregunto ¿en qué momento el hombre pierde o transforma su esencia, su espíritu? ¿Podemos culpar a los criminales que merodean nuestros espacios educativos, de recreación, etc.? Sí ellos son los actuales responsables… ¿en qué momento han sido víctimas sociales y hoy se olvidaron de SER HUMANO?
Hoy debemos evaluar, pero también actuar en nuestro presente y en nuestro entorno cercano para satisfacer lo que nuestros niños, jóvenes y adultos necesitamos para generar amor y no más violencia. Generar fortalezas que culminen en un nuevo amanecer.
Reflexión anónima
Estudiante de 1er semestre
Maestría en Psicoterapia Infantil Gestalt
CESIGUE, Xalapa, Ver.
Septiembre del 2011
Me pregunto ¿en qué momento el hombre pierde o transforma su esencia, su espíritu? ¿Podemos culpar a los criminales que merodean nuestros espacios educativos, de recreación, etc.? Sí ellos son los actuales responsables… ¿en qué momento han sido víctimas sociales y hoy se olvidaron de SER HUMANO?
Hoy debemos evaluar, pero también actuar en nuestro presente y en nuestro entorno cercano para satisfacer lo que nuestros niños, jóvenes y adultos necesitamos para generar amor y no más violencia. Generar fortalezas que culminen en un nuevo amanecer.
Reflexión anónima
Estudiante de 1er semestre
Maestría en Psicoterapia Infantil Gestalt
CESIGUE, Xalapa, Ver.
Septiembre del 2011
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