
Hoy he detenido mi andar, para mirarte un poco más, para observar con detalle lo que vienes a enseñarme.
Observo que tu rostro, emana con dulzura una sonrisa, y tu calidez surge sin prisa.
Cada paso que das, por pequeño que parezca, es un descubrimiento nuevo que te genera una sonrisa; y entre saltos y tropiezos descubre detalles; ranas y grillos que escapan de tus bolsillos.
Y es así como te miro, con la grandeza que emanas, entre risas, llantos y mimos, me llamas.
Así mismo te percibo con autonomía y deseos y te prometo guiarte a ellos sin rodeos.
Claudia A. Palacio Montaño
Ese ser llamado… niño. Poemario
Maestría en Psicoterapia Infantil Gestalt
Generación 2003-2005
Villahermosa, Tabasco
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