Patricia Pulido Sánchez
Maestría en Psicoterapia Gestalt
CESIGUE, Xalapa, Veracruz
Rescato de la lectura la explicación de cómo estamos
acostumbrados a vernos, sentirnos y apreciarnos por partes y no como seres
integrados, yo digo “me duele la cabeza” o “mis pies están cansados” y de esta
manera los separo de mi misma, y como es que una de las grandes funciones de la
psicoterapia es precisamente enseñar a cada paciente a integrarse, a percibirse
como un todo, aceptando los aspectos negativos, dolorosos que de una u otra
manera casi imperceptiblemente hemos negado.
Dice que hay varios enfoques para la psicoterapia, casi
todos desde la mente sin incorporar el cuerpo, aunque existen ahora varias
alternativas no existe una metodología formal, algunos alternan psicoterapia y
orientación corporal pero, esto tienen como inconveniente que se dan en
momentos diferentes y no se integran y un paciente quizás no pueda lograrlo
sólo. También menciona que pueden estar basados en teorías filosóficas opuestas
o diferentes que no lleguen a complementarse y entonces tampoco se logrará la
integración.
Considero importante la cita del autor: “el todo es mayor
que, o diferente de, la suma de sus partes. El todo no es meramente el
resultado de un aumento de partes, mas bien tiene una unidad intrínseca propia,
una estructura e integración particular de sus partes” Para explicar que cada
ser se integra de manera diferente con un orden y forma específica, ver a la
persona de esta manera es verla funcionando de manera integrada con mente,
cuerpo, pensamientos, sentimientos, imaginación, movimientos etc. En un tiempo
y un espacio específicos.
Así, al abordar un proceso podremos ubicarlo como una
parte de un todo mayor que presentará aspectos somáticos y psicológicos es
parte de una Gestalt mayor que incluye el síntoma regularmente somático, y el
método del enfoque integrado, que es la propuesta de la lectura, tiene como
objetivo reunir todos estos aspectos que presenta el paciente.
La terapia de enfoque integrado según Kepner “es un
proceso de desarrollo en el que debemos crear las condiciones necesarias para
movernos hacia la experiencia de la totalidad. De esta forma, podemos mirar el
trabajo de integración como la culminación de una secuencia de desarrollo, mas
que como el punto de inicio de la terapia”,
para lograrlo el autor comenta que se requerirá de un grado suficiente
de conciencia corporal pues de otra manera el paciente no va a disponer de la
información corporal que será básica en su recuperación y que probablemente
estará bloqueada de manera inconsciente. Otra es un grado suficiente de
conciencia de la reacción del sí mismo de uno, con las cuestiones y problemas
corrientes de la vida. Saber que tipo de problemas estoy enfrentando, darme
cuenta que los procesos recurrentes que se me presentan son consecuencia de mi
propio actuar en el mundo, si no se logra esto no podrá existir la integración.
Y por último una creencia básica en la relación entre el proceso corporal y los
problemas psicológicos.
Si logramos los
dos puntos anteriores, la conciencia corporal y la conciencia psicológica,
entonces tendremos mayores posibilidades de lograr la integración de la persona
pues ambos estarán conectados y van a posibilitar un más alto nivel de
integración. Y es a partir de esto que el terapeuta puede dirigir una serie de
experimentos que permitan al paciente aprender a mirarse de manera diferente,
primero a darse cuenta de que está integrado por partes y que aunque solo
asista porque una de ellas se manifiesta, debe aprender a verlas a todas como
un parte de sí mismo, para auxiliar al paciente en este camino estará su terapeuta.
Yo por ejemplo me miraba como una cabeza, todo lo
resolvía con la mente, la inteligencia y el saber, casi todas las respuestas
que requería las buscaba en los libros,
esto no está mal del todo, el problema es que no usaba el cuerpo ni escuchaba
lo que sentía, mi cuerpo solamente era tomado en cuenta cuando dolía o estaba
enfermo o porque sabía yo lo que no debía hacer con él, hoy después de un año y
medio sé que soy un ser completo cuido y disfruto de mi cuerpo, siento, gozo y
sufro las consecuencias cuando abuso de él y si me callo cuando debo hablar, mi
pecho se contrae y me aprieta la garganta, que si me enojo o me molesto y no lo
digo mi estómago va a arder, que si me canso y no me doy tiempo para descansar
mi espalda va a protestar, he experimentado toda esta teoría en mi misma y
puedo afirmar que funciona, pues yo lo he experimentado, me siento mejor, más
plena, más completa y tengo elementos para energizarme, relajarme, dormir y
disfrutar.
He aprendido en la práctica de esta materia que soy un
ser integral y voy aprendiendo a actuar como tal.
Kepner, J. (1992) El enfoque de la persona como un todo.
En Proceso corporal. Un enfoque Gestalt para el trabajo corporal en
psicoterapia. Manual moderno. México.
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