Leticia Yolanda Quetzalli Bravo Reyes
1er semestre Maestría en Psicoterapia Gestalt
Lo
vivido este fin de semana en el Taller de introducción a la Gestalt me remitió
inevitablemente a los otros talleres que he tomado de este método de
autoconocimiento.
La diferencia fue el contexto y el
peso que en esta ocasión se le da al aprendizaje, al cuidado con los
compañeros, al tiempo de las prácticas y a la gran variedad de técnicas que
revisamos en las sesiones.
Mi falta de formación como terapeuta, mi experiencia como
maestra de danza y de procesos somáticos me permitió ver la importancia que
para esta Maestría tiene la practica experiencial, es decir la conciencia de lo
que sucede “en el aquí y ahora” cuando interactuamos con los otros, como son
nuestras relaciones, como son mis relaciones y como éstas las reproduzco en la
vida, la mayor parte de las veces inconscientemente.
Ha sido una oportunidad de practicar
en un ambiente de cuidado y de respeto, el cómo me muevo y me relaciono
con los demás. Esta práctica me permitió ver algunos de mis puntos a trabajar a
partir del momento particular de la vida en el que estoy. Ejemplo:
-Me
di cuenta de lo que disfruto haciendo cosas creativas con mis manos e intentaré
seguir haciéndolo
-De
lo fuerte que, en esta ocasión fue trabajar mi máscara y lo difícil que me
resulta desprenderme de ella, de lo protegida que me siento por ella en estos
momentos la perdida cercana de mis padres, de lo difícil que aun me es asumir
mi orfandad, de lo fuera de control que me vi al acercarse a la facilitadora y
pedirme insistentemente que reingresara al grupo para cambiar mi emoción a un
estado mas de alegría, ésto me fue tan difícil que tuve que acercarme al final
para dar una explicación de mi actitud y me sentí obligada a pedir una disculpa
a los facilitadores.
-
Así descubrí mi papel de víctima y de débil fragilidad en la que a veces actuó
para lograr la aceptación de los demás.
-
Así me surgió la pregunta de hasta donde se “debe” vivir un duelo y en qué contextos
es aceptable o no. ¿Realmente actué mal? Cuál fue mi error? ¿Por qué me
preocupa tanto ésto? ¿Por qué me obligo
yo misma a ser la feliz que todos esperan, la entusiasta que se espera que sea
en todo momento?
-Que
por otro lado descubro que este papel si me gusta- “la máscara feliz”-, la
sonrisa permanente me ayuda a sentirme así, si sonrío me siento más feliz, es
como magia
Me doy cuenta que de no ser por haber
entrado a esta Maestría y haber vivido este fin de semana, creo que seguiría
llorando largas horas sola en mi casa/cueva/escape, en el que me había
acostumbrado a vivir (a partir de la muerte de mi madre, cuando dejaba mi
trabajo, responsabilidades, a mi familia y amistades).
La máscara me ayuda a recuperar la
fuerza y energía de seguir bailando la vida, así como lo que viví la mayor
parte de las horas en este Taller.
Disfrutando del contacto con otros
cuerpos, ojos, manos, sonrisas, interrogantes, lágrimas, danzas, carcajadas,
gritos, músicas, ritmos, acrobacias, sudores, de los otros, de las otras, los
míos relacionándonos todos.
El Taller me dio una gran energía,
misma que perdí en estos últimos meses, a pesar del cansancio por la noche
lograba percibir mi corazón latiendo aceleradamente, estar presente en mi.
Siempre con una nueva melodía, los
dolores de mis pies iban desapareciendo, los dolores de mis manos se
dispersaban, llegaron momentos en los que me sentí columna de un edificio nuevo
a ser construido y otros momentos en los que más bien fui en un río por el cual
se iban las tristezas y llegaban los cantos de las aves que nos trajeron a mí y
a mis compañeros descubrimiento, colores, aromas y sabores nuevos y
esperanzadores.
Algo particularmente difícil fue
cuando me descubrí como una mujer que no acepté las características físicas y emocionales
positivas que un compañero, en el ejercicio por parejas de describirnos a
partir de mirarnos a los ojos, me dió.
Me doy cuenta que me es muy difícil
aceptar lo positivo de mi en palabras, tiendo a rechazarlo con pensamientos de
falta de sinceridad y juventud (en este caso), para dar ninguna veracidad a su observación y no
decírselo. Así me veo actuando en la vida con mis relaciones y exigiéndome más.
Ha sido una experiencia muy
aleccionadora y creo que abrevaré de ella en otras ocasiones para entenderme y
tratar de transformarme, para mejorar y aceptar los cambios de mi vida y de la
vida con mayor fluidez.
28 de Agosto de 2012
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