Jaime Rodríguez Galán
Maestría en Psicoterapia Gestalt
1er Semestre
Aprendí muchas cosas que no sabía en
el aspecto teórico, realice amistades nuevas en las cuales avanzamos muy rápido
a raíz de que convivimos muchas horas seguidas y como lo decía una lectura tuve
mi primer encuentro con la Gestalt. El primer día que si bien lo recuerdo fue
el viernes 27 llegué nervioso, como niño chiquito de conocer a nuevos amigos,
de empezar una etapa nueva en mi vida personal y académica y la verdad con
mucha ansiedad porque no sabía mucho de cómo
funciona y cómo se hace la terapia gestalt.
En la primera clase
estuvimos con la maestra Teresita Paredes que nos dio a grandes rasgos la
historia de la Gestalt, leímos la vida de Fritz Perls, y me sorprendió mucho
ver que su vida fue turbia y que él como persona no era el más ejemplar, quizá
hasta poner en duda si de verdad le sirvió la terapia a él mismo, como alumno
aplicado o tradicionalmente aplicado copié todo lo que se escriba en el
pizarrón, no perdía detalle de palabras o términos que comentara la maestra y
de las participaciones que ella consideró sobresalientes de mis compañeros. Consideré que era muy importante
participar aunque al principio me daba pena y no quería hablar, en realidad es
raro porque soy una persona muy platicadora o que me gusta involucrarme en todo
lo que está pasando alrededor de mi, así que empecé por preguntar mis dudas
para ir tomando confianza y darme cuenta que no tenia por qué tener miedo a
equivocarme ya que realmente no conocía
mucho del tema y sí era genuino mi interés por saber. Al principio, me pareció
muy largo el tiempo para la clase de introducción, ya que hace 3 años que no
estudiaba, y de momento estar 6 horas sentado en un aula, no fue fácil, me
dolía un poco la espalda y me empecé a incomodar de estar sentado y eso me
empezó a distraer en un momento pero me puse a reflexionar lo mucho que quería
estudiar y tomé otra actitud.
Lo que definitivamente
rompió el hielo en mi participación en la clase, fue en una actividad en la
cual nos integraron por equipo y nos pidieron de favor escuchar un cuento que
trataba sobre el diablo, que él quería jubilarse y que vendía todas sus armas
pero tenia una que era muy cara y que incluso aun pensaba que no era buena idea venderla, y ella era el desánimo,
y bueno teníamos que hacer una reflexión en grupo y mi equipo era de 5
compañeros aparte de mi, y me pidieron que yo compartiera al grupo lo que habíamos
comentado y acepté, entonces cuando hice mi participación al principio me dio
un poco de nervios, pero cuando fui entrando en confianza me expresé bien, y la
maestra consintió que fue una buena aportación, gané la confianza que
necesitaba de lleno para participar.
El día sábado la maestra
propuso un debate sobre el fundador de la psicoterapia gestalt, y ya con la
confianza a tope me ofrecí como moderador, y la dinámica estaba programada para
20 minutos pero salió tan bien que se extendió a 45 y me gustó que tuve un buen
desempeño en mi rol y eso cada vez me adentraba mas a conocer de qué se estaba
hablando, porque ya sentía soltura para aprender o quizá adquirir los saberes
de mejor forma. Tuve mucha afinidad
desde el principio con un compañero que se llama Alfredo, quizá porque es
maestro y yo también, aunque él lo es de universidad y yo de primaria, pero al
menos teníamos algo en común, pero después al paso de mi confianza, también
avanzó hacia el lado de relacionarme con mis compañeros y compañeras.
La parte practica del
curso fue donde más curiosidad tenia, solo había escuchado platicas de mis
amigos que habían ido alguna vez a terapia, aunque con un psicólogo y había
leído un poco, pero nunca había tenido contacto si no con la terapia
directamente, tampoco con actividades que estuvieran encaminadas a ella. Me
gustó y me encantó la parte practica porque a pesar de que era una terapia
grupal, nunca nos mecanizamos a decir “es una terapia “y que tomara una forma
formal o rígida, sino que sin darnos cuenta a través de juegos, dinámicas y actividades
fuimos mostrando aspectos que los terapeutas maestros podían notar o
necesitaban notar en nosotros como grupo y quizá alguna cosa que pudieran
rescatar de manera individual de cada uno.
Cuando nos dieron 1 pelota
y tuvimos que jugar primero en pareja, busqué a mi amigo Alfredo que aunque ya
tenía relación y comunicación con todos seguía buscándolo porque fue con el
primero que platiqué mas, pero de ahí que nos pidieron juntarnos con otra
pareja y formamos 4, empecé a divertirme más, jugando juegos que sí los juego a
veces con mis alumnos pero que aunque los disfruto quizá no lo hago como esta
vez porque estaba con personas más de mi edad, y era verlos a mi mismo nivel.
Cuando nos volvimos 8 fue la parte que mas
disfruté porque jugamos y la verdad es que nos olvidamos que estábamos en un
salón y que somos adultos físicamente, y corrimos, nos tiramos, nos agachamos
como no lo hacíamos hace mucho, se fue el pretexto del dolor de espalda, el
pantalón no me da para agacharme, y jugamos como no lo hacíamos hace mucho.
Otra actividad que me
gustó mucho fue la de los vasos y un frijol, aunque no lo logramos estuvo
interesante porque nunca nos pudimos poner de acuerdo realmente, solo nos
pusimos unos cuantos de acuerdo pero se nos olvidó incluir a todos y cuando
cargábamos a alguien, nos costaba porque era muy pesado y nos empezaba a vencer
el peso, o porque era muy pequeño y no
llegaba y no lo pudimos hacer, pero la actividad que podría considerar mi
favorita sin demeritar alguna porque todas me gustaron, fue la del estambre en
las sillas con los cascabeles y los cojines, donde teníamos que pasar todo el
grupo hacia el otro lado sin hablar, fue genial ver que la instrucción era sin
hablar, y que nos costó mucho ponernos de acuerdo, y aunque si lo logramos, fue
complicado cargar a todos los compañeros porque mucho son pesados, poco
flexibles, y con todo logramos pasar; pero me gustó mucho que el último en
pasar y tenía la posibilidad de usar la silla, y no lo hizo y terminó
llevándose el listón, sonando todos los cascabeles y hasta tirando las sillas,
y aunque frustró nuestra misión fue muy simpático ver su actitud, y reconocimos
que mejorarnos, aunque algunos se molestaron que no lo logramos, pero
disfrutamos la actividad. Termino yéndose el tiempo sin sentirlo y puedo decir
que ya tuve mi encuentro con la Gestalt.
Comentarios
Publicar un comentario