Eduardo
Carlos Juárez López
Maestría
en Psicoterapia Gestalt
Haber entrado estudiar psicoterapia es
algo de lo mejor que me ha pasado en la vida, conocerme permite que conozca a
los demás teniendo una visión clara de mis objetivos de vida. Saber que todo lo
que he aprendido en este primer semestre es solo el inicio de una larga carrera
me motiva a seguir adelante.
Llegué a la maestría
peleado con mi idea de lo que es Dios, busqué una manera de redireccionar la
espiritualidad que siempre he tenido. A lo largo de las lecturas encontré
nuevos sentidos a muchos de los cimientos sobre mis creencias acerca de Dios,
mi relación con las otras personas y mi relación conmigo mismo.
Finalmente puedo decir que
la introspección cual Gestáltica nunca acaba y puedo modificar mi sistema de
creencias constantemente, sin embargo es un placer para mi recopilar los datos que
me llevaron a este feliz reencuentro. En el fondo sabía que algún día volvería
a retomar mi espiritualidad.
Fui un niño criado bajo la
religión católica, mis padres se casaron haciendo la promesa de bautizarme y
educarme bajo las leyes de la
Iglesia. Como niño aprendí la imagen de Dios como juez “si
te portas mal Dios te va a castigar y no te va a querer” me decían mis
papás, creando un poderoso introyecto condicional de conveniencia, rechazo y
exigencia.
La introyección es el
mecanismo neurótico mediante el cual incorporamos dentro de nosotros mismos
patrones, actitudes, modos de actuar y pensar que no son verdaderamente
nuestros (Perls, 1992)
Cuando nos mudamos a
Xalapa mi mamá procuró que después de hacer los sacramentos obligatorios de
confirmación y comunión entrara como monaguillo al servicio del altar.
Paralelamente a ello entré a un grupo de estudio de la Biblia donde estudiamos los
cinco primeros libros llamados “El Pentateuco”. Mi edad fue insuficiente para
entender muchas cosas y lo que mi mente captó fue una fuerte connotación mala a
la desnudez, al sexo y a la curiosidad:
Entonces se les abrieron
los ojos y ambos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron pues unas
hojas de higuera y se hicieron unos taparrabos… Dios llamó al hombre y le dijo
“¿Dónde estás?” Éste contestó: “He oído tu voz en el jardín y tuve miedo porque
estoy desnudo; por eso me escondí. (Gen 3, 7:11)
Pertenecer al grupo de
monaguillos hizo obtuviera reconocimiento y cariño de un grupo de personas. A
los once años empecé a asistir periódicamente al templo involucrándome en el
funcionar institucional de tal manera que me apropié de la religión como un
mandato inquebrantable fuera de toda discusión. Atenerme a estas reglas me
provocaba seguridad y una sensación muy fuerte de espiritualidad.
Los primeros años de vida
del niño están marcados por periodos de ajuste y afirmación… y no es sencillo
saber lo que es realmente preocupante (LEVY, 2009)
Recuerdo cómo muchas veces
responsabilicé a Dios por mis acciones-consecuencias lo cual viví con resentimiento
y frustración. Como preadolescente no estaba en condiciones de apropiarme de
mis decisiones para poder ejercer mi libertad responsablemente; sin embargo, mi
retraimiento en la Iglesia
y mi auto exigencia fueron mis mejores maneras de responder en esa etapa de mi
vida.
¿Cómo puede sostenerse
que el hombre es libre? ¿No está su conducta influida por muchos
acontecimientos fuera de control posible? Sí, sí lo está pero estos
acontecimientos limitan sólo COMO EL RESPONDE y no requieren una respuesta en
particular. La libertad del hombre descansa en su capacidad de elegir entre
varias opciones. A este respecto es muy aclarador tener presente la expresión
inglesa “responsabilidad”…O sea, según el idioma inglés es la posibilidad o la
capacidad para responder (Portuondo, 1979)
Durante ese tiempo aprendí
a amar a Dios y a ser amoroso con toda la sociedad tomándolo de manera muy
extrema. Acolité tanto tiempo en bodas que memoricé las lecturas
introyectándolas en la parte más profunda de mi corazón “El amor disculpa
sin límites, cree sin límites, espera sin límites, soporta sin límites” (San
Pablo a los Corintios 13:6-9) lo que reforzado con mi autoexigencia
hicieron muy difíciles mis primeras interacciones con el sexo opuesto. Ahora me
doy cuenta que esa exigencia conmigo y para con los demás contiene un trasfondo
profundo de miedo al rechazo aprendido en mi infancia: “Si te portas mal,
Dios te va a castigar” (rechazar).
En mi adolescencia empecé
a cuestionar las creencias religiosas aprendidas. Cuando la idea de mí mismo
natural no era congruente con la ideal mi cuerpo entró en angustia.
Paralelamente a esto otra figura guardada en el fondo salió a la superficie
vivenciando un enojo reprimido hacia mi padre lo cual vivencié con una fuerte
culpa reflejándose en forma de acné en mi cara.
El sí mismo o el
concepto de uno mismo, es la visión que una persona tiene de sí misma y que se
basa en experiencias pasadas, hechos presentes y expectativas futuras…La imagen
del sí mismo ideal, hasta donde es distinta de la conducta y de los valores
reales de la persona, constituye un obstáculo para el desarrollo personal. (Fadiman,
2002)
Cuando alguien
retroflecta una conducta, se trata a sí mismo como originalmente quería tratar
a otras personas u objetos. (Perls, 1992)
El reforzamiento
continuo carga los introyectos y la intensidad de la carga emocional permanece
en el continum. Los introyectos de Sara habían empezado cuando ella era muy
pequeña. Cuando salían a la superficie, era abrumador. (Shub, 2010)
Todo este coctel de
emociones reprimidas durante la infancia lo cual ahora defino como el mejor
ajuste creativo que pude haber dado (Wallen, 2001) me llevaron al consultorio
de terapia. Empecé a cuestionar mi relación con Dios a partir de la religión y
me enojé mucho. En terapia tuve la oportunidad de apropiarme de mis decisiones
y tomar las ventajas de sus consecuencias, cambié mi visión de bueno y malo por
fluido y reprimido. Rompí la relación con el Dios que había aprendido de niño.
Aunque el trabajo terapéutico mejoró mi relación con el mundo mi existencia
seguía teniendo un vacío espiritual significativo. Añoré el sentimiento de pertenencia
a un grupo religioso sin embargo estaba convencido de que no era la única forma
de obtener mi espiritualidad deseada.
En la terapia, las
situaciones de encuentro y en las interacciones con los demás da oportunidad a
las personas de experimentarse a sí mismas…Por medio de las relaciones se
pueden satisfacer las necesidades orgánicas básicas del individuo. (Fadiman,
2002)
Fue así que después de
tres años de trabajo terapéutico decidí entrar a la maestría en psicoterapia
Gestalt como una forma de trascender mi neurosis y buscando muchas respuestas a
mi vida. Los primeros conceptos que llamaron mi atención fueron los de
fenomenología y existencialismo los cuales me hacen ver al ser humano de una
forma totalmente transparente. Me apropié del concepto del hombre como persona
capaz de tomar decisiones y poseedor de una dignidad humana. Ahora entiendo a
la persona como un ser social que necesita a las otras personas para
autoconocerse. Aprendí a valorar a las personas por lo que son y no por la
función que desempeñen dentro de la sociedad.
Sostenemos que la
persona llega a serlo gracias a los otros…Está ligado a una humanidad que le da
significado a las cosas, al mundo, a lo tangible y a lo intangible…Social
también porque nace ya en una sociedad. Y todavía antes, necesita y depende del
otro desde antes de su nacimiento para poder vivir (Rodriguez, 2001).
Todo esto me hizo un concepto más
claro de Dios como el gran creador del mundo visualizándolo más como una
entidad que como una proyección de mi soledad y vacío espiritual.
La proyección es la
tendencia de hacer responsable al ambiente de lo que se origina en el sí mismo
(Perls, 1992).
Finalmente cerré una gran
Gestalt en mi último viaje al extranjero. Estar en China, donde pude observar
la relación de las personas con Dios desde un punto de vista más directo y no a
través de una institución o de otro intermediario me llevaron a una directa
reconciliación con mi espiritualidad. Me quedó clara la meta final de mi vida
expuesta en diferentes formas por diversos autores como la autoactualización
propuesta por Maslow, la congruencia de Rogers o el camino de la iluminación
que enseñó Buda. Llegar al estado en el que puedo estar cómodo conmigo mismo y
con lo demás es mi único objetivo. Viajar a Oriente y ver de primera mano las
prácticas del budismo oriental no hubieran sido lo mismo sin las bases previas
de las lecturas de la maestría.
Maslow definió a la
autoactualización en términos generales como “el empleo y la explotación total
de los talentos, capacidades, posibilidades, etc... (Fadiman, 2002)
La situación se
retroalimenta a sí misma. Cada experiencia de incongruencia entre el sí mismo y
la realidad conduce a una mayor vulnerabilidad, la cual a su vez, lleva a
buscar mayores defensas para impedir las experiencias y crear nuevas
oportunidades para la incongruencia (Fadiman, 2002)
Siddharta Gautama también afirmó que no existen intermediarios entre la humanidad
y lo divino. Devas (dioses o ángeles), humanos y demonios se rigen por el karma
cuyas leyes dictan que la compasión y el amor por la existencia generan
provecho tanto para las demás criaturas como para el que las ejerce,
purificando su karma (Macdonell, 1929)
La popularidad de las
religiones orientales en occidente refleja en parte su enfoque menos teológico
y más psicológico de la naturaleza humana. (Fadiman, 2002)
Quiero añadir una fuerte
identificación de la música con la materia, a lo largo del semestre encontré
muchos ejemplos de cómo la relación instrumento-ejecutante es parecida con la
del hombre-naturaleza y facilitador-facilitado. El arte de contactar uno con el
otro y la creatividad necesaria para llevar la relación hacia un punto extremo
me hizo apropiarme de la psicoterapia como profesión. Considero que mi
condición de músico ha embonado a la perfección con materias como creatividad y
bases filosóficas en el sentido de que es una materia humanista que trabaja con
personas no con objetos.
Concluyo que debido a mi
ahora visión siempre cambiante de la vida mi creencias siempre estarán sujetas
a actualizaciones en las cuales podré decidir si reafirmarlas o cambiarlas por
otras que me ayuden mejor. Comprendo la vida como un ciclo, veo que la
exigencia de mis padres que eventualmente la viví en la religión y la escuela
dio un viaje de regreso pasando por mí, después por la coladera del consultorio
y finalmente regresa a ellos por mi vía. Ahora que he trabajado mejor mis
conceptos puedo influir directamente sobre mi familia, mi espiritualidad y mi
campo de trabajo apropiándome de mis decisiones y viviendo mi vida de forma
feliz. Sucedió lo mismo que con la segunda guerra mundial, viéndolo desde el
lado positivo el hecho de haber reducido las ciudades a cenizas y convertir al
hombre en nada nos hizo recapacitar sobre temas de humanismo y psicología para
resurgir de las cenizas, con eso retomo lo que dice Rogers que el humano tiene
la cualidad innata de autoactualizarse y ser terapeuta. Ahora después de
trascender mi enfermedad le puedo devolver a mi mundo y a mi ambiente mi nueva
forma de actuar influyendo así directamente en mi mundo.
BIBLIOGRAFÍA
Fadiman,
J. (2002). Teorías de la personalidad. Edit. Harla.
Levi,
D. (1999). Mi hijo, ¿debe ir al psicólogo? Revista Psychologies México.
Marzo
Macdonell, A.
(1929) «Buddha»A practical Sanskrit dictionary with transliteration,
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Press, http://dsal.uchicago.edu/cgibin/romadict.pl?page=109&table=macdonell&display=simple, consultado el 22
de junio 2011. en Digital Dictionaries of
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Perls,
F. (1992) “Nacimiento de la neurosis” en El enfoque guestáltico Chile:Cuatro
Vientos
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J. y Tamames, F. (1979). Psicoterapia
existencial, guestáltica y psicoanalítica. Madrid : Biblioteca Nueva.
Rodriguez,
L. (2001) El concepto de la persona en el programa de Filosofía para niños”.
Tesis de maestría. Universidad Veracruzana.
Shub,
N. (2010). La psicoterapia Guestalt en el tratamiento de la neurosis. CEIG,
Xalapa, Veracruz.
Wallen,
R 1957.Trabajo presentado en la reunión de la Asociación Psicológica
de Ohio en En FAGAN (1993).Teoría de la
terapia Guestáltica. Argentina
Ensayo para la materia de Bases
Filosóficas y Psicológicas
Febrero 2012.
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