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Cómo ser un héroe…sin usar las incómodas mallas


Diana Loyo Rodríguez
Especialidad en Psicoterapia de Pareja
CESIGUE


Antes de entrar a una cirugía, había pasado por días de dolor y molestia, así como trámites engorrosos. Me sentía res, olía a res… y me trataban como tal. Sin querer aceptarlo en el momento, guardaba la tristeza, el miedo y mi vulnerabilidad. Quería que todo pasara rápido. Y mientras me daban vuelta para inyectarme la anestesia, sentí una mano acariciando mi cabello…lo hizo varios segundos. Nunca supe si fue el cirujano, el anestesiólogo, el enfermero…sólo sé que eso que hizo me permitió sacar mi tranquilidad y sentirme cuidada. Eso es un héroe.


Marvel y DC pudieran hacernos creer que son las únicas máquinas fabricadoras de héroes. Supongo que ellos se encargan de crearles el disfraz y una ciudad que necesite ser salvada o una chica guapa que esté en peligro…y además comercializar con la idea. Lo lindo del asunto es que desde mi concepción de lo que es ser un héroe, no es necesario ni tener un comic, ni luchar contra el Guasón y mucho menos, andar de mallas.

Creo que el fondo generalmente es el mismo: alguien con una capacidad especial, una habilidad poderosa que puede ayudar a otro que en ese momento se encuentra vulnerable, en riesgo, no físicamente, sino en su persona, en su self. Imagina tal cosa. Que aquel momento donde el mundo interno esté en pleno terremoto o derrumbe, alguien llegue volando, o haga presencia de alguna manera para acompañar, para dar apoyo, para mirar y hacer labor de contenedor. No hablo del héroe que salva desde la frase  “eres una víctima” sino desde el héroe que dice “en estos momentos te encuentras frágil; te cuido, te observo, te apoyo, mientras te estabilizas y tomas fuerzas para continuar”. O algo así.

Y entonces esa capacidad especial de la que hablo, esa habilidad poderosa le puedo llamar generosidad; una persona que sabe dar de sí mismo a alguien más. Esto requiere ver al otro, en verdad voltear a ver lo que una persona puede necesitar en ese momento de ajuste y búsqueda de estabilidad. El poder sonreírle a aquel niño tímido que ha pasado por bullying; el estar con una amiga cuando truena con su novio; el prestar un teléfono a un extraño que acaba de chocar. Porque no hay nada que me pueda brindar más seguridad, que el saber que si me estoy rompiendo en pedazos, hay alguien ahí por lo menos para cacharlos en el aire o ayudarme a buscarlos, unos segundos, minutos, o días.

Y así, por mi vida han tenido hazañas muchos héroes; lo curioso es que dudo que muchos de ellos se hayan visto como los vi yo; no siempre tuve la claridad para decirles y agradecerles en el momento o después (creo que de ahí mi razón de escribir esto). Porque creo que no hay  algo más humano, más heroico, que darnos al otro, cual red de  un malabarista en cuerda floja.

No se llamarán Batman, ni Flash, mucho menos Iron Man; tampoco creo que se parezcan a Superman, ni que sean tan verde como Hulk. Los héroes de sus vidas, deben tener otros nombres o haber pasado por el anonimato.

¿Recuerdan los héroes de su vida?




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