Laura Luisa Balderas Mayo
Estudiante dela Maestría en Psicoterapia Infantil Guestalt
CESIGUE, Xalapa
Durante mi estancia en la Maestría de Psicoterapia Infantil Guestalt he
tenido muchas experiencias positivas en mi vida. Al principio creí que solo era
un grado de estudios más y que estudiarla sólo me ayudaría a promoverme en mi
profesión.
Con el paso del tiempo,
me fui dando cuenta de que esta Maestría era para mí. La necesitaba con gran
urgencia y que llegué a ella o ella llegó a mí en el momento indicado. A partir
de ahí todo ha cambiado favorablemente.
Todas las materias han
representado algo importante y significativo en este proceso, ya que cada una
me ha brindado herramientas para el autoconocimiento y el cambio de perspectiva
ante la vida. Una materia importante en
este cambio ha sido la de Comunicación y Desarrollo Humano.
Anteriormente ya había
escuchado hablar sobre los Círculos Mágico, pero no tenía idea de cómo se
trabajaban ni los pasos que se seguían en la práctica.
El aprender sobre los
Círculos Mágicos junto con las compañeras ha sido una de las mejores
experiencias que he tenido en este semestre. Honestamente, al principio pensé
que solo íbamos a ensayar para posteriormente llevarlo a la práctica con los
alumnos y así facilitar el proceso de estar frente a un grupo aplicando lo
aprendido en la maestría. Pero, afortunadamente me equivoqué, y mis
expectativas fueron sobrepasadas satisfactoriamente.
Ver el esfuerzo de mis
compañeras en la preparación de las sesiones, en su planeación, la elaboración
de material, pensar los temas a trabajar y sobre todo pensar en cada una de
nosotras fue algo muy bonito que me hizo sentir especial y parte de mi grupo.
Porque los temas que abordamos en estas sesiones fueron temas cercanos a
nuestra vida cotidiana, temas que nos hicieron reflexionar, llevarnos al darnos
cuenta, temas que nos hicieron sentir emociones y sentimientos que quizá ya
habíamos olvidado o simplemente no sentíamos por la prisa de la vida y el
trabajo, nos evocaron a los recuerdos de la infancia, sobre todo a los bonitos
recuerdos, nos impulsaron a sentir lo bonito que la vida nos ofrece, a
sentirnos acompañadas, escuchadas y comprendidas.
Sobre todo, el esfuerzo logró que en lo personal, yo
saliera de mi caparazón y me sintiera en confianza para hablar, compartir y
formar parte de mi grupo. Eso en verdad lo agradezco, ya que sin ese empeño por
parte de todas para hacer cada sesión de círculo mágico una experiencia
diferente y agradable, quizá no se hubiera llegado a tantos logros, tanto
personales como grupales.
Todo lo anterior ayudó en el desempeño con los niños,
ya que al tener una experiencia previa muy agradable, me impulsaba a querer que
mis alumnos experimentaran algo similar, si bien no lo mismo es porque al ser
niños pequeños las actividades debían centrarse y trabajarse de una forma
acorde a su edad.
Los resultados que noté en ellos fueron favorables,
aunque en mi expectativa era ver mayores logros, sobre todo con los niños que
casi no hablaban, podría decir que esperaba que ellos tuvieran el mismo cambio
que yo tuve y también salieran de su caparazón. Desafortunadamente, las
costumbres, cultura y estilos de vida influyeron mucho en mis alumnos y en el
logro de las sesiones, pero aun así fueron gratificantes.
En general, mi experiencia con Círculos Mágicos ha
sido muy agradable y me gustaría seguir trabajándola en el grupo de la
maestría, ya que me acostumbré a tener un espacio dedicado especialmente para
nosotras, lleno de nuevas experiencias y armonía, gracias a mis compañeras y mi
maestra.
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