Verónica
Reséndiz
Estudiante
de Maestría en Psicoterapia Gestalt
Antes de
cualquier análisis de la sesión, me permito usar este espacio para externar,
que el presente escrito es un intento por rescatar mi experiencia como facilitadora
de un grupo, mediante mi propia vivencia y la teoría revisada durante el
semestre. Dando por entendido que la redacción y análisis del grupo es a
destiempo. En este sentido me gustaría iniciar por lo que según la teoría debe
desarrollar un facilitador.
Para los facilitadores de grupo
y estudiantes del proceso de grupo existen cinco áreas principales de trabajo
en los grupos (Philipson y Harris, 2004):
I.
Desarrollar nuestro
entendimiento de cada persona individual en el grupo.
II.
Darnos cuenta de la naturaleza
y del desarrollo de las relaciones entre individuos.
III.
Permanecer en contacto con las
dinámicas del grupo en su totalidad, y con su desarrollo a través del tiempo.
IV.
Mantener un buen contacto con
las dinámicas del grupo en su totalidad, y con su desarrollo a través del
tiempo.
V.
Percibir las conexiones entre
procesos individuales, interpersonales y del grupo en su totalidad.
Dentro de mi experiencia como facilitadora, puedo reconocer que al
inicio de la materia se me dificultaba bastante poder cubrir estas áreas.
Conforme se fue dando el modelamiento, la práctica y mi propio avance dentro de
mi proceso personal, puedo ir dominando estas áreas.
Enfocándome a la sesión y contextualizando un poco, traeré a
colación lo ocurrido en toda la sesión, el grupo llegó tarde a la clase, la
terapeuta de grupo trajo al aquí y ahora esta situación. Lo que según la teoría
de grupo no solamente existe dentro de la sesión, también existe fuera de ésta,
como en este caso en un receso y que sin duda lo que ocurre en estos espacios
también impacta al grupo. Es por ello que la terapeuta retomó esta parte
insensible del grupo y no mostrar respeto por la maestra en cuestión.
Debido a la insensibilidad mostrada por el grupo hacia la maestra,
de inmediato entramos a un nivel de proceso de grupo (Philipson y Harris,
2004), del tal manera que todo el grupo estaba resonando con la insensibilidad.
Posteriormente, mi co-facilitadora (Carmen) y yo decidimos salir a ponernos de
acuerdo para cómo trabajarlo. Fue un poco difícil porque el tema nos estaba
tocando a ambas, a mí me tocó muy en lo
personal.
Como un acuerdo decidimos llevar a cabo una retramatización. Técnica
que me permite ubicar al grupo en tiempo
y espacio, específicamente en el “ahí y entonces”, después de llevarla a cabo algunos
resonaron las representaciones lo que movió al grupo al aquí y ahora.
Específicamente, en eta última parte, el grupo se movió al nivel
interpersonal, ya que una de mis compañeras abrió una situación. Me costó mucho
trabajo poder imaginar cómo llevar al grupo a su nivel grupal después de lo
acontecido, me enganché como facilitadora con el contenido de mi compañera,
identifiqué que quería protegerla de inmediato y entre proteger y no hacerlo,
decidí no hacer nada. Después de esto
entró en acción la terapeuta oficial del grupo para ofrecer un modelado.
En lo que respecta a mi co-facilitadora me sentí muy cómoda con
ella, es muy creativa, me ofreció apoyo y hubo buena comunicación y regulación.
En lo referente a mí se vió manifiesta mi tendencia a retraerme y no
arriesgarme.
Referencia
Philipson,P. y Harris,J. (2004). Trabajo con grupos. México:CEIG
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