Leny Cortés Aguilar
CESIGUE
¿Te
has preguntado por qué de la existencia de un día dedicado a los niños? Fíjate
que en realidad no surgió desde una propuesta de la mercadotecnia como lo
podemos pensar de manera inmediata, sino más bien la iniciativa terminó siendo
un “daño colateral” y en beneficio de nuestro mundo consumista.
Resulta que en 1954, la Asamblea
General de las Naciones Unidas se reunió con la idea de reafirmar los derechos
universales del niño, emitiendo la Resolución 836, IX, bajo la cual se
recomendó que los países instituyeran el Día Universal del Niño, para fomentar
la fraternidad entre todos ellos y promover su bienestar. El 20 de noviembre
marca la fecha en que la Asamblea aprobó la Declaración de los Derechos del
Niño en 1959 y la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989 que se
consagraría a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo
entero y se destinaría a actividades que desarrollaran el bienestar de los
niños del mundo.
Y también se les sugirió a los
gobiernos de los diferentes países que celebraran este día en la fecha y forma
que cada uno de ellos estimase conveniente. La idea era promover una jornada de
reflexión en torno a los problemas de la infancia de todos los lugares del
mundo, dirigida a fomentar un interés mayor entre la población adulta y de los
propios menores en la educación, la formación de valores, la protección, y la
promoción de los derechos de niños y niñas. Así, uno de los principios de la
Declaración es dar a conocer sus principios entre la mayor parte de la
población… (a propósito… ¿la conoces?)
Entonces, el día del niño se festeja
en diferentes fechas en los diferentes países del mundo. En los países de
Latinoamérica, por ejemplo:
Colombia: Último sábado de abril
México: 30 de abril
Paraguay: 31 de mayo
Venezuela: Tercer domingo de junio
Uruguay: 9 de agosto
Chile: Segundo domingo de agosto
Perú: Tercer domingo de agosto
Brasil: 12 de octubre
Para reflexionar
Tomemos sólo uno de los principios de
la Declaración de los Derechos del Niño:
Principio 6:
“El niño para el pleno y
armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre
que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus
padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material;
salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad
de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de
cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados
de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas
conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.” http://www.un.org/es/events/childrenday/
Sin embargo, en México, según datos del INEGI
del 2011, más de tres millones de niñas y niños de cinco a 17 años de edad
trabajan, es decir, que por lo menos diez de cada 100 infantes laboran en
nuestro país. Del total, 68 por ciento son niños y 32 por ciento, niñas, lo que
a su vez significa que la tasa de ocupación en varones es de 14.1 por ciento,
mientras que en el caso del sexo femenino es de 6.8 por ciento.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT)
define a los niños que trabajan como aquellos que lo hacen por debajo de la
edad mínima legal para laborar o porque aun habiendo alcanzado 18 años, realizan
actividades que suponen una amenaza para la salud, la seguridad o el desarrollo
moral, y se encuentran en condiciones de trabajo forzoso.
Según el INEGI, 44.1 por ciento del total
nacional no percibe ingreso por el trabajo realizado, 39.1 por ciento no asiste
a la escuela, 4.4 por ciento por ciento ha sufrido accidentes de trabajo y 4.1
por ciento se dedica a servicios domésticos. Por otra parte, 36.8 por ciento de
la población infantil que realiza servicios domésticos tiene una jornada de trabajo
de 35 horas o más (Ramos,2013).
El INEGI informó que, según diversos estudios,
los niños que estudian y además realizan actividades laborales se encuentran en
una situación de “doble jornada” que limita su desarrollo integral, el cual
incluye no sólo la adquisición de conocimientos y habilidades por medio de la
escuela, sino el tiempo necesario para el descanso y el esparcimiento
Estos
datos están como para ponerse a pensar… y a reflexionar, desde mi trinchera qué
estoy haciendo?
Los niños del mundo, una esperanza
Aidé Barbosa*
Cuántas veces hemos dicho la frase: Los niños son la esperanza del mundo.
Pero ¿Lo creemos?.
Necesitamos desde ya, convencernos de que esas palabras tienen forma.
Son más que palabras, si lo que deseamos es en verdad, un mundo mejor.
Motivarnos para que en nuestro papel de adultos -llámese padres de familia o maestros- hagamos lo que esté a nuestro alcance para que esa esperanza empiece a florecer y crezca con nuestros niños para una realidad mejor, que ofrezca más posibilidades de valoración, de vida al ser humano.
Motivarnos para que en nuestro papel de adultos -llámese padres de familia o maestros- hagamos lo que esté a nuestro alcance para que esa esperanza empiece a florecer y crezca con nuestros niños para una realidad mejor, que ofrezca más posibilidades de valoración, de vida al ser humano.
La realidad de tener un mundo mejor, de vivir con calidad, de producir, de
priorizar la paz y la fraternidad, de valorar y cuidar el medio ambiente de ser mejores como hombres y mujeres.
Necesitamos abrirles las puertas al conocimiento, bríndales oportunidades
de aprendizaje, fomentarles valores y empezar a generar los cambios nosotros
como adultos, ya que no basta dar las herramientas para lograr la
transformación, sino ejemplificar con acciones.
En este mes, en que se celebra a los niños, celebremos junto con ellos esa
esperanza, vislumbremos como ellos un futuro no lejano lleno de paz y ¿Por qué
no? juguemos, cantemos y regocijémonos con la vida que nos da la oportunidad de
tener a nuestros NIÑOS.
*http://www.encuentos.com/autores-de-cuentos/treinta-de-abril-dia-del-nino-en-mexico/ Recuperado el 23 de abril del
2014
Referencias
Asamblea
General de la ONU. Declaración de los Derechos del Niño. http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/1386(XIV) Recuperado: 24 de abril, 2014
Ramos, J.
(2013). Laboran en México más de 3 millones de niñas y niños. Periódico
EXCELSIOR en línea. Junio, 9, 2013. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/06/09/903321. Recuperado el 24 de abril del 2014.
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