David Spengler
Ser
amoroso, a veces, parece una tarea demasiado grande. ¿Cómo se hace para serlo?
¿Y qué significa ser así? En realidad, muchas veces esto se reduce a una
pregunta tan simple como: ¿Puedo tener aprecio por ti? ¿Puedo ser atento?
¿Puedo respetarte? ¿Puedo tratarte con integridad? Pensamos que el amor es una
actitud, y a veces nos esforzamos para conseguirla, pero de muchas maneras el
amor es un comportamiento. Es lo que hacemos.
¿Cómo es comportarse en forma cariñosa? Veamos.
En una de las historias más fascinantes de Los Caballeros del Rey Arturo, sir Gawain accede a casarse con Ragnall, una mujer terriblemente fea, a cambio de que ella le cuente al rey un secreto que salvará a este de la muerte. La boda se realiza, y todo el reino siente compasión por ese hermoso y valiente caballero que se casa con alguien tan espantoso, tanto por su aspecto como por sus modales.
¿Cómo es comportarse en forma cariñosa? Veamos.
En una de las historias más fascinantes de Los Caballeros del Rey Arturo, sir Gawain accede a casarse con Ragnall, una mujer terriblemente fea, a cambio de que ella le cuente al rey un secreto que salvará a este de la muerte. La boda se realiza, y todo el reino siente compasión por ese hermoso y valiente caballero que se casa con alguien tan espantoso, tanto por su aspecto como por sus modales.
Después que los esposos se retiran a
sus aposentos, ella se excusa para cambiar de vestido, mientras él se acuesta
en la cama, preparándose para cumplir su deber conyugal con una persona tan
fea. Entonces, de entre las cortinas, aparece una joven maravillosamente bella,
la mujer más hermosa del reino.
Sir Gawain queda mudo de estupor. “¿Dónde está mi esposa?”, atina a
preguntar.
“Yo
soy tu esposa”, responde la mujer. Entonces le cuenta cómo un brujo malvado
había lanzado un hechizo sobre ella para convertirla en una mujer
repulsivamente fea.
“Ahora,
dice Ragnall a Gawain, puedes optar. Como
mi esposo, debes decidir si quieres que sea hermosa de noche para tu placer,
pero fea de día, sabiendo que la gente te compadecerá; o hermosa de día, de
modo que los demás te respetarán, y fea de noche, lo que no te dará ningún
placer. ¿Cuál de las dos quieres? Decide tú”
Todo marido debe tomar nota de esto, pues sir
Gawain prueba su sabiduría como hombre y su inteligencia como esposo. Responde:
“No soy yo quien debe elegir. Quiero que seas de la manera que tú quieras
ser. La opción es tuya”.
Él le devuelve a ella su poder, Gawain
no intenta decidir cómo va a ser la vida de Ragnall. Dice: “Tú eres quien tiene el poder. Es tu
elección, no la mía.”
Con eso el hechizo se rompe, y ella se
convierte en hermosa todo el tiempo. El respeta la autonomía de Ragnall, y eso
la libera para ser ella misma.
Eso es, para mí, un comportamiento
amoroso: devolver al otro su poder y honrar su integridad. Es apreciar lo que
es el otro. Es un comportamiento que dice: Dios amó el mundo, y El (o Ella) te
envió a ti aquí también. Tú eres importante. Quiero honrarte por esa
importancia. Quiero respetar tu autonomía. Quiero apreciar, como un tesoro,
quien tú eres.
Referencia bibliográfica
Tomado de: Revista UNO MISMO. 1999. No 192. Traducido por Néstor Latrónico.
Tomado de: Revista UNO MISMO. 1999. No 192. Traducido por Néstor Latrónico.
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