Puedo comentar que tuve una paciente, quien ya había tenido cierto entrenamiento terapéutico (es decir, ya había tenido sesiones de terapia en diferentes momentos de su vida y no se le hacía desconocido el proceso, al contrario, venía prácticamente por ajustes… situación de la cual me percaté más o menos en la tercera o cuarta sesión. No es que yo quisiera atribuirme ser una excelente terapeuta, no, fue reconocer en la paciente la habilidad que ella ya poseía y que sólo estaba desempolvando para ponerla en juego nuevamente) y que observé desde que la ví la primera vez con cierto comportamiento infantil…
En la segunda sesión, dentro de un ejercicio que le había solicitado… pudo observar claramente que quien la trataba como una niña de 10 años era su madre y que ella asumía el papel otorgado por ella… al continuar las sesiones fue despertando la mujer que es, una mujer de 29 años que comenzó a independizarse económica y sentimentalmente de su madre. Hecho que favoreció a la paciente para tener un crecimiento y desarrollo personal.
Parece ser un proceso muy fácil, pero, recalco, sin el entrenamiento previo que ella poseía no se podría llegar tan fácilmente a este punto en 5 sesiones… su transformación ha sido evidente, a tal grado, que su madre solicitó terapia.
Este ejemplo de vida y lucha lo pude presentar a otra paciente que no podía ver que ella era esa mamá que le estaba poniendo cierta edad a su hija… no lo podía ver hasta que le comenté del caso anterior y pudo observar que ella era quien le estaba poniendo las limitaciones a su hija… ya que su retoño, en años anteriores, había vivido sola, en otra ciudad y se había valido por sí misma y desde que había regresado a su lado, no lo había logrado… aparentemente… lo que no veía claramente mi paciente era que ella era quien desvalorizaba todo lo que su hija construía y que no le era suficiente. Mi paciente requiera otro tipo de vida y acciones en la vida de su progenie.
Puedo confesar que no se fue muy convencida y le dejé la tarea de viajar en el tiempo de la vida de su hija para que pudiera tener claro que edad tenía cuando hacía plenamente todo lo que ella quería sin cuestionar… Todo esto no es una conclusión a la ligera, ya que en sesiones anteriores pudo observar con claridad que sigue visualizando a sus hijos con una edad inferior a la que tienen en el presente… Esta pequeña tarea la hizo reflexionar en cuanto al trato e imposiciones que le daba a su hija, sin embargo, fue un tema que se siguió trabajando en muchas sesiones más.
Esta es una situación de parentalidad que se ha presentado, curiosamente con dos personas diferentes de estatus diferentes y lugares diferentes, pero con similitud en la edad de las hijas, sus vidas, y de dónde han vivido…
¿Con cuántos casos con similitudes podré encontrar en el camino? No tengo idea… sólo sé que el poner la experiencia de otro caso en el proceso de la paciente o el paciente que se atiende en el momento, puede llegar a establecer gran claridad en su proceso.
Es complicado caminar en el mundo con los ojos cerrados… pero el trabajar el “Darse Cuenta” les permite ver un mundo con mayor claridad a lo que estaba acostumbrado a vislumbrar…
Psic. Isa Villar
Psicoterapeuta Gestalt y Tanatóloga
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