Mtra. Irma Castañeda Náder
Psicoterapeuta Infantil Gestalt
Hola! En esta ocasión me dirijo a
ustedes para comentar algo que todos sabemos: los niños juegan. Desde mediados
del siglo pasado quedo como un hecho científicamente comprobado que el juego y
la salud infantil se correlacionan tanto a nivel físico como emocional y
educativo. Sin embargo, en muchos padres que conozco aún persiste la duda ¿cómo
es el juego sano? ¿Por qué no mejor estimularlos para que hagan algo útil, que
les sirva para su futuro? Mi respuesta inmediatamente es, el juego es lo mejor
que los niños pueden hacer para su futuro. Me explico.
Cada edad o momento de la vida tiene una
actividad fundamental cuyo desarrollo no sólo nos hace felices, sino nos
prepara para la siguiente. Por ejemplo, en la adolescencia se consolidan las
habilidades sociales que en la edad adulta nos ayudarán a desempeñarnos como
parte productiva de la sociedad. Aun siendo personas muy capaces, si nuestras
habilidades sociales son pobres nuestras perspectivas de desarrollo laboral
también son menos ¿cierto? La actividad fundamental (actividad rectora le
llaman los neuropsicólogos de la escuela histórico-cultural) en la primera
infancia es el juego, y si el juego no ha sido consolidado y desarrollado en
toda su capacidad, el aprendizaje, desarrollo social y futuro profesional de la
persona, están comprometidos. El psicoanalista argentino Ricardo Rodulfo dice
que el niño "se construye" mientras juega, su mente se estructura. Es
muy importante reconocer que cuando juega el pequeño no está ocioso, esta organizándose
y desarrollando las habilidades que necesitará más adelante.
Por otro lado, el observar a los
niños cuando juegan puede darnos ideas muy importantes de su desarrollo. El
juego en los niños sanos es espontáneo, divertido, lleno de emociones e
imaginación. Los niños hablan de lo que juegan, hacen ruidos, dan voces a sus
personajes y no necesitan tener a los "muñecos oficiales", para traer
al juego a sus favoritos. Los niños después de los tres años ya pueden jugar
con reglas, obviamente más sencillas al principio, seguirlas y darse cuenta si
alguien no las sigue o hace trampa. También es normal que los niños usen su
cuerpo como personaje, actúen historias y se muevan mucho. Todo esto es
perfectamente sano. ¿Cómo es el juego cuando no es sano? Monótono, sin imaginación
y sin emoción. Un niño con problemas de desarrollo puede calmar su ansiedad
haciendo girar objetos; no está jugando,
está calmando su ansiedad. Otro niño, con problemas de autorregulación puede
moverse sin intención ni objetivo: tampoco está jugando, está descargando energías.
¿Cómo se puede apoyar el juego de los niños
para que sea rico y estimulante?
• En
primer lugar, involucrándote papa o mama.
En el rato que jugamos, yo me bajó a tu nivel y los dos vamos a
disfrutar el momento juntos. ¿Qué le enseñas a tu hijo? Que es una persona
divertida, que te encanta pasar el rato y que no sólo lo quieres para mandarlo
como su mama, sino también lo aprecias como compañía. No es necesario que sea
todo el día, pero si un rato de vez en cuando y como siempre, de calidad.
• Poniendo
a su alcance cosas "sin nombre" para que juegue. Es mucho mejor
juguete un bote de masa que el monstruo de moda. Porque con la masa puede hacer
su propio monstruo. Mientras más sencillo sea el juguete, más imaginación
desarrollara tu hijo y estará orgulloso de su capacidad. Los niños más seguros
de sí mismos, no necesitan las cosas de moda.
Sobre todo, observa papa o mama
como juega tu hij@, puedes orientarlo, jugar con él, hacer sugerencias, pero no
te quedes fuera del juego porque en la primera infancia, es su mundo.
¿Tienes dudas o comentarios?
Estoy a tus órdenes en el correo irmacn@gmail.com
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