El Divorcio produce sentimientos que resultan difíciles de manejar a cada uno de los miembros de la familia. Los niños no comprenden los cambios que están produciéndose, y con frecuencia los padres no pueden hacer que se sientan seguros.
Los niños presentas muchos síntomas cuando los padres se están separando, entre ellos, enojo, tristeza, aislamiento, llanto constante, sentimientos de culpa, miedo al abandono etc.
La culpa de los padres
Uno de los problemas más grande de los padres divorciados es su propia sensación de fracaso porque “les ha fallado a sus hijos”.
La angustia de esos padres a menudo se expresa así: “Mi hijo tiene que sufrir las consecuencias de mi fracaso personal. Es egoísta de mi parte pedir el divorcio pues causará pena y problemas a mis hijos, pero mejorará mi vida. ¿sería preferible seguir casados por el bien de los chicos?. Las parejas cuyo matrimonio no es feliz no hacen bien a los chicos si siguen juntas. La investigación demuestra que los niños se adaptan mejor a los hogares separados si estos funcionan bien, que a los matrimonios llenos de conflictos.
La investigación realizada en el transcurso de décadas, sobre la interacción familiar ha demostrado repentinamente que el conflicto y las peleas de matrimonio afectan a los niños en forma adversa.
El divorcio es penoso y perturbador para las criaturas, pero son flexibles y pueden adaptarse muy bien si reciben de los padres la comprensión y el apoyo.
Cuando han fracasado los esfuerzos sinceros para resolver el conflicto matrimonio, los padres pueden divorciarse sin autorreproches y culpas. A menudo esa decisión es mejor para los padres y los hijos. Para que las consecuencias o los efectos en los niños no sea a largo plazo, es necesario que el padre participe en forma activa en la vida de ellos; cuando los chicos no sienten que tienen que elegir entre los padres sino que pueden estar cerca de los dos; cuando se les da una explicación sobre el divorcio que ellos puedan llegar a entender.
Los efectos del divorcio sobre los hijos
Se han encontrado en casi todos los niños que es muy perturbador por el comienzo de la ruptura. Durante el primer año después de la separación los padres verán en sus hijos sienten más ira, temor, depresión y culpabilidad. Durante el segundo año esas emociones suelen moderarse.
Los niños en edad preescolar, reaccionan a la separación de los padres con ira y con tristeza. Los varones suelen volverse mas ruidos, peleadores e inquietos. Puede que no se lleven bien con los compañeritos y prefieran estar solos. Lloran con mucha frecuencia y son mas exigentes.
Los niños de edad escolar de seis a doce años, suelen ponerse muy tristes, los varones resultan mas perturbados que las niñas, extrañan mucho a su papá, cuando crecen el sentimiento dominante cambia de la tristeza a la rabia. A menudo disciplinarlos resulta más difícil para las madres y pueden llegar a rechazar la visita del padre. Frecuentemente empeora el desempeño escolar y tienden a tener también dificultades para llevarse bien con sus pares.
Los adolescentes se adaptan más fácilmente al divorcio. Están en el proceso de adquirir independencia y se alejan de las relaciones familiares. Por lo general encaran el divorcio alejándose de la relación de los padres y entregándose más a sus propios planes y a su futuro. Inicialmente se sientes traicionados por el divorcio de sus padres y algunos se separan de la familia con mucha indignación. Sin embargo el problema principal lo tienen cuando se los involucra en “conflictos de lealtad” y siente que deben tomar partido por alguno de los padres.
Las angustias que producen la separación
El mayor conflicto que crea en los niños la separación del matrimonio es el miedo de perder a los dos padres. “Si papá se fue, ¿se irá también mamá?” Los niños tiene miedo de que el amor maternal no está ahí cuando lo necesiten y que los padres puedan dejarlos solos y abandonarlos. Cuando el miedo se ve con la perspectiva del niño no es irracional, está basado en la experiencia. Con frecuencia, de repente, sin aviso, los chicos ven que el padre o la madre hacen maletas y se va.
La mayoría de los adultos no aprecia la magnitud del temor al abandono que tienen todos los niños en la primera infancia. Hasta la edad de ocho o nueve años los chicos mas normales tienen miedo de que sus padres los dejen.
Cómo los niños expresan el miedo a perder el amor de los padres.
Los padres en trance de divorcio pueden aprender a reconocer las pautas de comportamiento que indican que las criaturas sienten el miedo del abandono. Los niños empezarán a tener problemas con las despedidas de todos los días que nunca les preocuparon antes, como cuando se los deja en el colegio, cuando se les lleva a dormir.
La partida de la madre o el padre, aunque sea por un tiempo breve, intensifica el miedo del niño a que no vuelva.
Por lo general los adultos responden a esta conducta enojándose o con frustración. Es una reacción comprensible, pero desgraciadamente forma parte de un círculo vicioso que sólo exacerba el conflicto del niño y el padre. El padre frustrado se enojará con el niño y lo amenazará o lo castigará. Entonces el niño se siente rechazado y alejado cuando mas necesita estar cerca del padre. Eso hace que el chico se sienta más solo y tenga mas miedo, y la necesidad de la seguridad proveniente del padre se hace mayor. La conducta exigente del niño se hace más imperiosa y empeora el humor del padre frustrado. Si el padre no comprende el miedo del niño de que lo dejen, la vida puede llegar a ser insoportable para los dos.
Otra situación que comúnmente estimula la angustia de la separación que vive el niño es la transición semanal entre el hogar y la visita al padre que no tiene la tenencia.
Los descontrola mucho aunque piensan que van a estar bien con el padre, les causa mucha ansiedad alejarse de la casa de la madre y esto hace que no estén bien. Igual cuando los regresan sucede lo mismo. Esta conducta hace que el padre se sienta rechazado por el hijo y resentido con la madre. Y la madre puede estar pensando que algo desagradable puede estar viviendo el hijo.
Son situaciones angustiantes que viven los padres y que el niño reciente.
Si estas familias que viven este proceso de separación iniciaran un proceso terapéutico vivirían con una mejor calidad de vida tanto para los padres como para los niños.
BIBLIOGRAFIA
Teyber Edward. Cuando los padres se separan edit. Planeta.
Cómo ayudar a los chicos a comprender la separación y el divorcio de los padres
Es más probable que los niños sientan el miedo al abandono y las angustias de la separación si no están preparados para el alejamiento de los padres. Todo el proceso del divorcio resulta más fácil para los niños si antes se les explica. Ocurre con demasiada frecuencia que una mañana los niños se levantan y descubren que el papá ya no está viviendo con ellos. Sin explicación, él simplemente ha desaparecido. Y solamente se les dice que el padre se mudó la noche anterior y que mamá y papá van a “divorciarse”.
Cuando un padre deja súbitamente y sin aviso previo el acontecimiento es tan traumático que produce desesperación aunque el niño no haya estado demasiado apegado al padre que se ha ido. Es muy probable que los niños en esas circunstancias desarrollen fuertes angustias de separación, ya que no saben por qué se ha ido el padre, quién más va a irse ni cuál será el contacto que tengan con el padre en el futuro.
Si un padre se va de repente, debe mantener un contacto frecuente sobre una base de “regularidad”, comenzando inmediatamente después de la partida. Si fuera posible, el padre debería llamar por teléfono o visitar a los niños todos los días, por lo menos durante la primera semana de la separación. También ayudará a los niños saber por anticipación cuándo y donde visitarán al padre nuevamente. Debe haber un régimen regular de visitas y no dejar nada librado al azar, y los padres deben atenerse estrictamente a él.
La mejor manera para evitar los problemas emocionales es ayudando a los niños a que tengan más control de sus vidas, preparándolos para lo que va a producirse y explicándoles por qué mamá o papá se muda. Ambos, deben preparar a los niños:
1. Diciéndoles qué deben esperar.
2. Dando sobre el divorcio una explicación que los niños puedan comprender, y
3. Asegurando a los niños la relación permanente y continuada con ambos padres.
Mtra. Elidé Bermúdez Betancurt
Centro de Estudios e Investigación Guestálticos
Jefe del Depto de Docencia
Los niños presentas muchos síntomas cuando los padres se están separando, entre ellos, enojo, tristeza, aislamiento, llanto constante, sentimientos de culpa, miedo al abandono etc.
La culpa de los padres
Uno de los problemas más grande de los padres divorciados es su propia sensación de fracaso porque “les ha fallado a sus hijos”.
La angustia de esos padres a menudo se expresa así: “Mi hijo tiene que sufrir las consecuencias de mi fracaso personal. Es egoísta de mi parte pedir el divorcio pues causará pena y problemas a mis hijos, pero mejorará mi vida. ¿sería preferible seguir casados por el bien de los chicos?. Las parejas cuyo matrimonio no es feliz no hacen bien a los chicos si siguen juntas. La investigación demuestra que los niños se adaptan mejor a los hogares separados si estos funcionan bien, que a los matrimonios llenos de conflictos.
La investigación realizada en el transcurso de décadas, sobre la interacción familiar ha demostrado repentinamente que el conflicto y las peleas de matrimonio afectan a los niños en forma adversa.
El divorcio es penoso y perturbador para las criaturas, pero son flexibles y pueden adaptarse muy bien si reciben de los padres la comprensión y el apoyo.
Cuando han fracasado los esfuerzos sinceros para resolver el conflicto matrimonio, los padres pueden divorciarse sin autorreproches y culpas. A menudo esa decisión es mejor para los padres y los hijos. Para que las consecuencias o los efectos en los niños no sea a largo plazo, es necesario que el padre participe en forma activa en la vida de ellos; cuando los chicos no sienten que tienen que elegir entre los padres sino que pueden estar cerca de los dos; cuando se les da una explicación sobre el divorcio que ellos puedan llegar a entender.
Los efectos del divorcio sobre los hijos
Se han encontrado en casi todos los niños que es muy perturbador por el comienzo de la ruptura. Durante el primer año después de la separación los padres verán en sus hijos sienten más ira, temor, depresión y culpabilidad. Durante el segundo año esas emociones suelen moderarse.
Los niños en edad preescolar, reaccionan a la separación de los padres con ira y con tristeza. Los varones suelen volverse mas ruidos, peleadores e inquietos. Puede que no se lleven bien con los compañeritos y prefieran estar solos. Lloran con mucha frecuencia y son mas exigentes.
Los niños de edad escolar de seis a doce años, suelen ponerse muy tristes, los varones resultan mas perturbados que las niñas, extrañan mucho a su papá, cuando crecen el sentimiento dominante cambia de la tristeza a la rabia. A menudo disciplinarlos resulta más difícil para las madres y pueden llegar a rechazar la visita del padre. Frecuentemente empeora el desempeño escolar y tienden a tener también dificultades para llevarse bien con sus pares.
Los adolescentes se adaptan más fácilmente al divorcio. Están en el proceso de adquirir independencia y se alejan de las relaciones familiares. Por lo general encaran el divorcio alejándose de la relación de los padres y entregándose más a sus propios planes y a su futuro. Inicialmente se sientes traicionados por el divorcio de sus padres y algunos se separan de la familia con mucha indignación. Sin embargo el problema principal lo tienen cuando se los involucra en “conflictos de lealtad” y siente que deben tomar partido por alguno de los padres.
Las angustias que producen la separación
El mayor conflicto que crea en los niños la separación del matrimonio es el miedo de perder a los dos padres. “Si papá se fue, ¿se irá también mamá?” Los niños tiene miedo de que el amor maternal no está ahí cuando lo necesiten y que los padres puedan dejarlos solos y abandonarlos. Cuando el miedo se ve con la perspectiva del niño no es irracional, está basado en la experiencia. Con frecuencia, de repente, sin aviso, los chicos ven que el padre o la madre hacen maletas y se va.
La mayoría de los adultos no aprecia la magnitud del temor al abandono que tienen todos los niños en la primera infancia. Hasta la edad de ocho o nueve años los chicos mas normales tienen miedo de que sus padres los dejen.
Cómo los niños expresan el miedo a perder el amor de los padres.
Los padres en trance de divorcio pueden aprender a reconocer las pautas de comportamiento que indican que las criaturas sienten el miedo del abandono. Los niños empezarán a tener problemas con las despedidas de todos los días que nunca les preocuparon antes, como cuando se los deja en el colegio, cuando se les lleva a dormir.
La partida de la madre o el padre, aunque sea por un tiempo breve, intensifica el miedo del niño a que no vuelva.
Por lo general los adultos responden a esta conducta enojándose o con frustración. Es una reacción comprensible, pero desgraciadamente forma parte de un círculo vicioso que sólo exacerba el conflicto del niño y el padre. El padre frustrado se enojará con el niño y lo amenazará o lo castigará. Entonces el niño se siente rechazado y alejado cuando mas necesita estar cerca del padre. Eso hace que el chico se sienta más solo y tenga mas miedo, y la necesidad de la seguridad proveniente del padre se hace mayor. La conducta exigente del niño se hace más imperiosa y empeora el humor del padre frustrado. Si el padre no comprende el miedo del niño de que lo dejen, la vida puede llegar a ser insoportable para los dos.
Otra situación que comúnmente estimula la angustia de la separación que vive el niño es la transición semanal entre el hogar y la visita al padre que no tiene la tenencia.
Los descontrola mucho aunque piensan que van a estar bien con el padre, les causa mucha ansiedad alejarse de la casa de la madre y esto hace que no estén bien. Igual cuando los regresan sucede lo mismo. Esta conducta hace que el padre se sienta rechazado por el hijo y resentido con la madre. Y la madre puede estar pensando que algo desagradable puede estar viviendo el hijo.
Son situaciones angustiantes que viven los padres y que el niño reciente.
Si estas familias que viven este proceso de separación iniciaran un proceso terapéutico vivirían con una mejor calidad de vida tanto para los padres como para los niños.
BIBLIOGRAFIA
Teyber Edward. Cuando los padres se separan edit. Planeta.
Cómo ayudar a los chicos a comprender la separación y el divorcio de los padres
Es más probable que los niños sientan el miedo al abandono y las angustias de la separación si no están preparados para el alejamiento de los padres. Todo el proceso del divorcio resulta más fácil para los niños si antes se les explica. Ocurre con demasiada frecuencia que una mañana los niños se levantan y descubren que el papá ya no está viviendo con ellos. Sin explicación, él simplemente ha desaparecido. Y solamente se les dice que el padre se mudó la noche anterior y que mamá y papá van a “divorciarse”.
Cuando un padre deja súbitamente y sin aviso previo el acontecimiento es tan traumático que produce desesperación aunque el niño no haya estado demasiado apegado al padre que se ha ido. Es muy probable que los niños en esas circunstancias desarrollen fuertes angustias de separación, ya que no saben por qué se ha ido el padre, quién más va a irse ni cuál será el contacto que tengan con el padre en el futuro.
Si un padre se va de repente, debe mantener un contacto frecuente sobre una base de “regularidad”, comenzando inmediatamente después de la partida. Si fuera posible, el padre debería llamar por teléfono o visitar a los niños todos los días, por lo menos durante la primera semana de la separación. También ayudará a los niños saber por anticipación cuándo y donde visitarán al padre nuevamente. Debe haber un régimen regular de visitas y no dejar nada librado al azar, y los padres deben atenerse estrictamente a él.
La mejor manera para evitar los problemas emocionales es ayudando a los niños a que tengan más control de sus vidas, preparándolos para lo que va a producirse y explicándoles por qué mamá o papá se muda. Ambos, deben preparar a los niños:
1. Diciéndoles qué deben esperar.
2. Dando sobre el divorcio una explicación que los niños puedan comprender, y
3. Asegurando a los niños la relación permanente y continuada con ambos padres.
Mtra. Elidé Bermúdez Betancurt
Centro de Estudios e Investigación Guestálticos
Jefe del Depto de Docencia
Wow, es bueno estar de vuelta con mi ex nuevamente, gracias Dr. Ekpen por la ayuda, solo quiero hacerle saber que está leyendo esta publicación en caso de que tenga problemas con su amante y se esté divorciando y usted no quiere el divorcio, el Dr. Ekpen es la respuesta a su problema. O ya se está divorciando y todavía quiere que se ponga en contacto con el Dr. Ekpen el lanzador de hechizos ahora (ekpentemple@gmail.com) y se alegrará de haberlo hecho.
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