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La bioética en la práctica psicológica institucional

Por: Juan Carlos García Ramos
Psicólogo Clínico, HGR No. 1 IMSS
psicgarcia@yahoo.com.mx

El Hospital General Regional No. 1, de la Delegación Estatal del IMSS-Querétaro, cuenta con un Comité Institucional de Investigación el cual se encarga de evaluar los protocolos presentados por médicos residentes y de los miembros del equipo médico de base en la institución. Dicho comité se apoya en el Subcomité de Bioética, el cual ha de evaluar el cumplimiento fiel del documento llamado Consentimiento Informado y que dicha propuesta de investigación cumple cabalmente con los lineamientos éticos que para la investigación en salud, determina las diversas normatividades.

Con la participación del médico internista, anestesiólogo, química farmacobióloga, enfermero y psicólogo, el subcomité de bioética trabaja desde una perspectiva multidisciplinaria, siendo su función consultiva y no resolutiva, en el análisis de las acciones de investigación que el IMSS realiza. Los temas referidos a los posibles conflictos o dilemas éticos en la práctica médica hospitalaria y en la relación médico-paciente, el Subcomité aún no ha tenido la ingerencia que se requiere. Por una parte, el equipo de trabajo se encuentra en un proceso de actualización y por ello, la institución ha impulsado, convenientemente, un Diplomado en bioética, el cual, se espera, permita crear y promover una cultura bioética en la práctica cotidiana del equipo de salud.

Esta exposición es un breve abordaje del tema de la bioética en el escenario de trabajo de los psicólogos en la institución y el cual, se pretende no sea exclusivo para esta profesión, sino que retome coincidencias con el resto del equipo de salud, sobre todo, en sus acciones de atención médica a los pacientes.

Considero que la experiencia académica de participar en enseñanzas dirigidas al personal médico, ha sido totalmente enriquecedora, humana y profesionalmente. Mi agradecimiento a la Coordinación de Enseñanza e Investigación por la oportunidad brindada y, por supuesto, a mis compañeros y compañeras de trabajo y de “banca”.

La bioética es un concepto muy usado en el escenario médico y científico, sin embargo, poco conocido en su contenido y estructura. Consideremos a la bioética como la compañera eterna en la relación médico-paciente. Su difusión articulada en principios bioéticos se da a partir del Informe Belmont (Beauchamp y Childress 1978) el cual, primero, da a conocer de manera pedagógica la utilización de los principios de no-maleficencia, beneficencia y autonomía y justicia en la resolución de conflicto de valores; segundo, ha tenido el efecto de generar cierto entusiasmo entre algunos médicos que no se han apercibido suficientemente de los riesgos de sobrevalorar una metodología. Los riesgos que han observado consisten en caer en el reduccionismo de las categorías filosóficas en detrimento de las categorías médicas; en desarrollar habilidades teóricas en la discusión de los principios cuando entran en conflicto, infravalorando los criterios médicos orientados al bien del paciente y la propia experiencia profesional.

En la práctica actual, se ha hecho necesario revalorar el respeto a la autonomía de los pacientes sin que con ello, se anule el deber médico de procurar su bien de manera competente. Esta competencia es vista con recelo y temor, creando, a decir de los compañeros del Diplomado, una práctica de la medicina defensiva. Y es correcta esta apreciación si consideramos que es ineludible enfrentarse a problemas que reflejan la molestia e inconformidad de los pacientes y/o sus familiares. la economía de la salud tiene un nuevo concepto llamado “seguro contra demandas médicas”. El problema en la relación médico-paciente y sus incumplimientos de la carta de derechos (para los pacientes y para los médicos), se ha convertido en uno de los dilemas más serios de la bioética, porque la ubica en dos escenarios: la medicina privada y la medicina institucional.

Un compromiso que debemos asumir, es el de encontrar aquellos principios éticos que hagan posible el equilibrio entre la eficiencia y la equidad lo que supone la racionalización responsable y competente de los recursos humanos y materiales en salud. Sólo que para ello, tendremos que incursionar en la privacidad de la práctica del equipo de salud y en la responsabilidad ética de su contraparte.

Los problemas psicológicos afectan a millones de personas en el mundo entero. Son más comunes que el cáncer, la diabetes, la artritis, el alcoholismo y los accidentes de tránsito, y lo único que ocurre con mayor frecuencia son los trastornos cardíacos. Los psicólogos están capacitados especialmente para ayudar a esta gran población y sus servicios ayudan a los que tienen problemas psicológicos a lidiar con sus problemas de manera efectiva, para que puedan vivir vidas más sanas y felices.

Los psicólogos prestan servicios importantes. Elaboran, realizan e interpretan pruebas psicológicas. Por ejemplo, realizan evaluaciones de discapacidad, evaluaciones de compensación para trabajadores, evaluaciones de aptitud para tareas y evaluaciones de custodia de niños. También ayudan a los pacientes a entender y resolver diversos problemas psicológicos, como la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias. Pueden brindar tratamiento a individuos (adultos y niños), parejas, familias, grupos, organizaciones o empresas empleando métodos de modificación de conducta, psicoterapia, hipnosis o consultas. Aunque los psicólogos no recetan medicamentos, pueden remitir a pacientes a los profesionales correspondientes.

Declaración de derechos de los pacientes:


  • Solicitar y recibir información sobre la capacidad profesional del psicólogo, incluyendo la condición de su Cédula Profesional para ejercer, su educación, capacitación, experiencia, participación en asociaciones profesionales, especialización y otros.
  • Recibir información sobre el plan de tratamiento.
  • Disfrutar de un ambiente seguro, libre de abuso sexual, físico o emocional mientras esté bajo el cuidado de un psicólogo.
  • Esperar que su psicólogo no lo involucre en ninguna relación social o comercial aparte de su relación de terapia.
  • Hacer preguntas sobre su terapia o evaluación psicológica.
  • Pedir que el psicólogo le diga cómo está progresando.
  • Rehusar cualquier tipo de tratamiento o suspender el tratamiento en cualquier momento sin obligación u hostilidad.
  • Solicitar y (en la mayoría de los casos) recibir un resumen de su historial, incluyendo el diagnóstico, el plan de tratamiento, su progreso y el tipo de tratamiento.
  • Denunciar conducta no profesional por parte del psicólogo.
  • Recibir una segunda opinión en cualquier momento sobre su terapia o sobre los métodos usados por su psicólogo.


Aunque la mayoría de los psicólogos son altamente profesionales y éticos, es bueno recordar que – como ocurre en otras profesiones – algunos pueden alterar las normas éticas. Si violan las reglas, los psicólogos pueden causar daño directa o indirectamente a los pacientes. A continuación hay algunos ejemplos de lo que los psicólogos NO deben hacer.

Los psicólogos no deben NUNCA:


  • Tener ningún tipo de contacto sexual con un paciente o con un ex paciente dentro de los dos años de la finalización de la terapia.
  • Violar la confidencialidad de un paciente. Excepto en situaciones poco comunes que su psicólogo le debe explicar, un psicólogo nunca debe decir a nadie lo que ocurre durante sus sesiones de terapia, incluyendo el hecho de que usted es un paciente.
  • Brindar servicios para los que no tienen capacitación, experiencia ni educación. Aunque el título y cédula profesional de un psicólogo es genérica y autoriza todas las áreas de la práctica, es ilegal que un psicólogo ejerza su profesión fuera de su campo específico de competencia.
  • Abusar de las drogas. Es ilegal que un psicólogo consuma sustancias reguladas, drogas peligrosas o bebidas alcohólicas de manera tal que ponga en peligro al psicólogo o a otras personas, o que disminuya su capacidad de ejercer su profesión con seguridad para el público.
  • Cometer fraude u otros delitos. Los psicólogos no pueden cobrar excesivamente a su compañía de seguros para reembolsarle a usted el pago ni pueden cobrar por servicios no prestados a fin de reducir la cantidad que usted debe.
  • Pagar o aceptar remuneración por remisión de pacientes. Es un conflicto de interés y causa de sanciones disciplinarias que los psicólogos reciban remuneración por remisión de pacientes.
  • Ayudar a alguien en la práctica de la psicología sin licencia. Es siempre ilegal que un psicólogo ayude en la perpetración de cualquier delito, especialmente un delito que pueda causar daño extremo al público cuando individuos no capacitados y sin licencia ejercen la psicología.
  • Concentrar la terapia en sus propios problemas, en lugar de los del paciente. No es profesional que un psicólogo emplee el tiempo de terapia por el que usted paga para hablar de sus propios problemas personales.
  • Desempeñar papeles múltiples. Ejemplos de papeles múltiples indebidos incluyen tener relaciones sociales con pacientes, prestar dinero a pacientes, tener relaciones comerciales con pacientes, emplear a pacientes, etc. Estas relaciones fuera del entorno terapéutico causan que los límites profesionales estén mal definidos y confunden o explotan a los pacientes.
  • Abandonen a sus pacientes. Si su tratamiento es suspendido abruptamente y usted sigue necesitando tratamiento, su psicólogo está obligado a darle nombres y números de teléfono de otros profesionales con la educación, capacitación y experiencia adecuadas para tomarlo como paciente y continuar su tratamiento.


Ponencia presentada en las "1as. Jornadas de Psicoanálisis y Psicología Hospitalaria" Revista Electrónica de Psicología "La Misión" . Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro Al enviar sus comentarios refiera el artículo revisado: lamision@uaq.mx Última actualización: Junio de 2006

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