Isidro De La Cruz Landero
Encargado del Area de Investigación
CEsIGue, Villahermosa
Toda práctica profesional requiere de un compromiso y una total entrega, de tal manera que las acciones que se realicen nos den la satisfacción deseada al compartir nuestras habilidades y destrezas con el otro y que esto pueda ayudarlo a vivir mejor.
En este sentido, los psicoterapeutas Guestálticos tenemos un compromiso con los demás y con nosotros mismos, principalmente, pues tenemos que conocernos, tener claro tanto nuestras habilidades como nuestras debilidades, así como también conocer nuestros límites y aceptarlos; esto nos permite ser congruentes.
Así, en un proceso terapéutico, nuestras acciones van a marcar el desarrollo del mismo, donde el terapeuta se muestra y el consultante hace suyo o no, lo que se le presenta.
En nuestro actuar terapéutico, ciertamente mostramos nuestra ética y queremos hacerlo bien, sin embargo, estos valores hay que complementarlos con los valores que la institución que nos cobija persigue, y que también buscan contribuir al mejor bienestar emocional de los consultantes en el desarrollo de sus procesos.
Honestidad, responsabilidad, respeto y ética para la construcción de una sociedad más humana, son los valores que permean al Centro de Estudios e Investigación Guestálticos, y son ineludibles para los que abrazamos este quehacer de manera responsable.
Nuestro quehacer nos da la oportunidad de ser íntegros, transparentes, en el sentido de proceder con honestidad, con uno mismo y con los demás y sobre todo con el otro, con quien se está elaborando un proceso para ayudarle a que encuentre la mejor manera de vivir.
En este proceso de existir, de estar en el mundo, la responsabilidad y el respeto, junto con la honestidad, marcan el grado de confianza a nuestras acciones y nos llevan a la aceptación, tanto de los demás como de uno mismo.
Si ésto lo enmarcamos en un proceso terapéutico, vemos que nuestra forma de actuar responsable y respetuosa, así como también el no hacerlo, es asimilado por el consultante y tarde o temprano actuará en consecuencia.
Es así, que al tener presente y practicar estos valores éticos, me permiten, como terapeuta, tener claro quién soy, como soy y como deseo ayudar al otro, para que se conozca, se acepte y pueda fluir en el mundo, contribuyendo, en cada proceso, a la construcción de una sociedad más humana, sin olvidar que siempre estoy al servicio de la vida.
Comentarios
Publicar un comentario