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Violencia conyugal 2.

Las mujeres que han sido víctimas de maltrato conyugal: tipos de violencia experimentada y algunos efectos en la salud mental

Ma. Teresa Saltljeral•
Luciana Ramos•
Miguel Angel Caballero•

Método

Se llevó a cabo una investigación de tipo cualitativo utilizando como herramienta metodológica entrevistas a profundidad audio-grabadas enfocadas biográficamente. Las personas entrevistadas eran mujeres que habían vivido experiencias de violencia conyugal y habían buscado ayuda por el mismo motivo. El contacto con estas mujeres se estableció mediante un acuerdo con el Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar y Sexual (AVISE), en donde se atiende a mujeres que acuden en busca de asesoría psicológica y legal. A cada una se le invitó a participar de manera voluntaria, explicando los objetivos y las condiciones del estudio, y se les pidió su autorización para grabar la entrevista.

El criterio de inclusión más importante fue que hubieran participado en un proceso terapéutico. Por último, se estableció el compromiso de proporcionarles el material transcrito si ellas lo pedían. Para obtener la información se utilizó una entrevista que dejaba en libertad a las entrevistadas para que relataran sus experiencias sobre los episodios de violencia que habían experimentado, las formas en que éstos se manifestaron, ya fuera trsica, emocional o sexualmente, y las repercusiones que hubieran tenido en su salud mental.

El trabajo de campo se llevó a cabo de enero a septiembre de 1996. Durante este tiempo se estableció contacto con las 10 mujeres elegidas para integrar el estudio, provenientes de las solicitudes registradas con este objeto. Hubo algunas circunstancias que demoraron el estudio debido a que no se tenía acceso directo a esta población. Cada sesión de la entrevista se llevó a cabo en el lugar elegido por la informante.

El acercarnos a estas mujeres nos proporcionó la oportunidad de conocer sus vidas y su necesidad de hablar de su problema de violencia conyugal, así como tener que enfrentar el dolor expresado cuando tuvieron que narrar su historia de maltrato; encontramos más sufrimiento en la vida de las entrevistadas de lo que sospechábamos.

No siempre fue fácil entrevistarlas ya que algunas veces tomaban más tiempo de lo programado, especialmente cuando abordaban temas relacionados con los episodios de maltrato. Por esta razón el tiempo de la audiograbación de las sesiones varió de 5 a 7 horas. Una vez obtenida la información, se procedía de inmediato a transcribirla en su totalidad. En este trabajo incluimos el material de cuatro de estas entrevistas.

Las mujeres

En el cuadro 1 se presentan las características sociodemográficas de estas mujeres; cuyos seudónimos son: Rosa, Sara, Irma y Diana. Es notable que las cuatro sean jóvenes. Irma y Sara seguían viviendo con el agresor, mientras que Rosa y Diana se encontraban separadas cuando se les entrevistó. Sólo una de ellas no tenía hijos. Sus niveles de escolaridad son altos, pues tres de ellas
ingresaron a la universidad y sólo una terminó el nivel medio; las cuatro se desempeñan en actividades remuneradas, se autodenominan católicas y son
originarias del Distrito Federal

Como se puede ver en el cuadro 2, estas mujeres son independientes económicamente, y sus condiciones de vida son relativamente estables, con excepción de Rosa, cuya situación es un tanto desventajosa.

Es interesante hacer notar que las características de estas mujeres no cumplen con uno de los estereotipos en este tipo de problemas, que generalmente son la pobreza extrema y la falta de escolaridad.

Antecedentes de violencia en la familia de origen

Para contextualizar su problemática se consideraron los antecedentes de violencia en su familia de origen, pues es frecuente que las mujeres inmersas en relaciones violentas tengan historias de maltrato en la infancia.

Dos de las informantes habían sido seriamente maltratadas física y psicológicamente en la infancia, y una sólo psicológicamente. Rosa indicó que durante su infancia fue testigo de actos de violencia física y psicológica entre sus padres, y también ella y sus hermanos fueron agredidos en esta forma por su madre; su padre los agredía físicamente cuando bebía. Rosa recuerda vagamente haber sido víctima de abuso sexual por parte de un tío. Irma menciona haber sido víctima de una fuerte violencia psicológica por parte de su madre, mientras que Sara recuerda que le afectó mucho el rechazo de su madre. las tres coincidieron en señalar que el desamor de su madre las había afectado mucho durante su vida.

Tipos de violencia experimentada

Como hemos visto, el maltrato a la mujer por su pareja es un fenómeno muy complejo que no sólo se limita a la violencia física, sino que interactúa con otros elementos de corte dinámico y psicológico de modo que la agresión puede ocurrir en diversas circunstancias.

Según Ferrerira (9) y de acuerdo con las investigaciones realizadas en otros países, la esposa maltrata a su cónyuge en el 1 % de los casos; en el 23 % se agreden mutuamente y en 76 %, el esposo ejerce una situación de sometimiento a la esposa, quien no puede defenderse ni responder a la agresión debido a su condición flsica y cultural/simbólica.

De las cuatro mujeres, sólo una dijo claramente que cuando su marido la golpeaba, ella también le pegaba, aunque después de un rato ya no podra seguir defendiéndose, en la última etapa de la relación señala que el miedo la paralizaba. Otra de las mujeres dijo que ella le regresaba los golpes a su marido hasta que su fuerza física se agotaba. Las otras dos mujeres dieron la misma explicación: trataban de no alterar al marido para evitar la pelea pero esto no siempre les funcionaba pues aunque hacían todo lo posible por no provocarlo, guardando silencio, no respondiendo a la agresión o simplemente llorando, no siempre lograban evitar su ira y aunque a veces trataban de huir o escapar, él se los impedía.

Debido a que el maltrato se presenta como un patrón de control coercitivo, en el que se cometen actos que tienen la finalidad de herir, intimidar, aislar, controlar, o humillar a la pareja, es importante considerar lo que dice Heinse, Pitanguy y Germain (12) al respecto, quienes destacan que las principales emociones que surgen por el maltrato son el temor a la pareja, la humillación
y la degradación.

En este trabajo pretendimos conocer dichas emociones analizando las narraciones en busca de las experiencias que ellas consideran violentas en términos del daño que pretendieron o lograron generar, como el dolor, la tristeza, el miedo, la humillación y el sentimiento de vulnerabilidad. Por cuestiones prácticas, separamos las tres grandes categorías de violencia, en física, sexual, y emocional-psicológica . . Aunque, en realidad, éstas coexisten, tienen un pacto dinámico particular y todas causan daño emocional. Este patrón será abordado brevemente después de los aspectos señalados, ejemplificándolo con el relato de un episodio de violencia.

Continuará

• Investigadores de la División de Investigaciones Epidemiológicas
y Sociales. Instituto Mexicano de Psiquiatrfa. Calz. México-Xochimilco
101. San Lorenzo Huipulco. 14370, México. D.F.

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