Las mujeres que han sido víctimas de maltrato conyugal: tipos de violencia experimentada y algunos efectos en la salud mental
Ma. Teresa Saltljeral•
Luciana Ramos•
Miguel Angel Caballero•
Comprende un patrón de conductas que se llevan a cabo con la intención de causar daño físico, dolor o lastimar a otra persona de manera intencional (13). Estas conductas se presentan en un continuo que puede ir de actos de violencia "leves" a los actos más severos en los que interviene el intento de asfixiar a la víctima, las armas punzocortantes o el homicidio.
Los actos de violencia que padecieron las informantes se categorizaron como se observa en el cuadro 4. Las cuatro mujeres habían experimentado la violencia en forma de empujones, cachetadas, patadas y golpes con el puño en diferentes partes del cuerpo que con frecuencia no se ven, lo que una de las informantes calificó como la forma premeditada en que su esposo pretendía no dejar huellas de sus actos. A dos de las mujeres las arrojaron contra algún objeto y, además, una de ellas dijo que su esposo la había arrastrado. A otra la habla doblegado jalándola del pelo para evitar que se defendiera. En tres de los casos la violencia habla sido excesiva, ya que en dos de ellos el esposo intentó asfixiarla, y en otro, la amenazó con armas punzocortantes.
Este cuadro es esquemático, debido a que no indica la frecuencia, la gravedad ni el escalamiento, ni tampoco la confluencia de varios tipos de maltrato físico en un sólo episodio; tampoco permite conocer la gama de las formas de violencia utilizadas. Al respecto, cabe señalar que el maltrato físico por lo general fue recurrente, y en todos los casos fue escalando, es decir que de una violencia relativamente "leve" fue aumentado hasta volverse extrema.
Tal es el caso de la experiencia que Diana nos relata:
“… eran como cachetadas y puñetazos aquí (se señala el pecho) ... pero si me acuerdo que una vez me dio una cachetada, me golpeó el oído y me lastimó.
Primero eran asi, con la mano abierta ... y jalones de pelo como para que uno se hincara ¿no? o algo así... una cosa muy extraña ¿no? .. y luego fue más fuerte: una vez me agarró a golpes en el piso con el puño cerrado ... En otra ocasión me llegó a tirar el piso y a darme de patadas ... me acuerdo que esa vez vi en peligro mi vida porque rompió un espejo, tomó un pedazo y me fue siguiendo. Hasta parece película de terror iqué horrible! ¿ La verdad cómo puede estar uno en una situación así? me siguió con el pedazo de vidrio y me dijo 'te lo vaya enterrar' y ahi fue cuando fui a la cocina y le dije: 'si tu me quieres hacer algo, yo vaya gritar ...”
Como se observa en el cuadro 5, las consecuencias de la violencia física fueron de distinta magnitud, y fueron categorizadas como contusiones, dislocaciones y fracturas, de acuerdo con lo reportado. Una inflamación producida por un golpe que deja alguna marca (moretones) o deformación en la parte afectada se clasificó como contusión. Las cuatro mujeres dijeron que sus maridos les hablan causado contusiones o moretones en diferentes partes del cuerpo. A veces éstas no eran fáciles de reconocer por otras personas, pues ellas trataban de disimular las marcas de los golpes usando cierto tipo de ropa o de maquillaje en la zona afectada.
Cuando una articulación o un hueso se sale de su lugar, el daño se clasifica como dislocación. Una mujer dijo haber recibido un golpe que le dañó las vértebras a nivel del cuello. Una consecuencia extrema fue la fractura, entendida cuando el hueso se rompe. Una de las mujeres recuerda que el golpe le fracturó la nariz, por lo que tuvo que recurrir a un médico.
En el testimonio de Irma se pueden observar las distintas formas de violencia física y el grado de severidad al que llegó en la última golpiza:
" ... la última, una golpiza que me metió durísima, que me provocó una neuritis ... parecfa fractura de una costilla, una neuritis espantosa, me arrastró y me golpeó contra una mesa de la sala jalándome de las piernas y aventándome contra los muebles, fue horrible ... Ahi me lastimó mucho físicamente ... dos, tres veces en la cara ... en la cabeza, más que en la cara ... en la espalda mucho, en el pecho alguna vez... en las piernas mucho, en el vientre no mucho, en la espalda muchísimo ... Esa vez me lastimó durísimo, necesité que me infiltraran la columna vertebral con xilocaína porque el dolor era espantoso, no podía respirar. .. porque el problema era a nivel de columna, o sea, que has de cuenta que no podía respirar ... "
Es notable que en todos estos casos, la violencia nunca se consideró indebida, sino hasta el momento en que se volvió insoportable, lo que Sara manifiesta muy claramente:
". .. Sí, Y un día fue terrible porque estábamos golpeándonos tan fuerte que casi me estaba ahogando, me estaba tapando la boca ... Fue entonces cuando dije '¿sabes qué? que no puede ser'... Sí, yo decía 'no puede ser' y hablábamos mucho de eso y fue cuando yo decidí que teníamos que hacer algo y que por lo menos yo tenía que empezar conmigo ¿qué va a pasar? ¿qué voy hacer?"
Violencia sexual
La violencia sexual dentro de la relación de pareja es sumamente difícil de reconocer en nuestra sociedad, debido a que con frecuencia las mujeres no tienen la posibilidad de ejercer su derecho a decir cuándo y cómo tener relaciones sexuales, por lo que si el hombre decide tener relaciones sexuales, la mujer debe acceder sin importar si antes la ha golpeado.
En el cuadro 6 se observa que las propias mujeres (tres de ellas) manifestaron que en ocasiones su esposo las forzó a tener relaciones sexuales después de un episodio de violencia, señalando que ésta era una situación sumamente desagradable debido a que les generaba mucho malestar por sentirse humilladas y utilizadas, aunque la intención de algunos de ellos era la de "reconciliarse".
Una de las mujeres relató otra forma de violencia sexual. Fue hostigada y humillada por su esposo por negarse a cierto tipo de acto sexual que a ella le incomodaba:
"Lo que sí era que a veces él quería que yo tuviera relaciones con él en cierta forma, y si no quería, pues me decía 'iah no! tú con otras parejas sí accederías pero conmigo no, eres de lo peor' y se iba y no me hablaba o cosas así ... Yo pienso que cuando fueron los capítulos más fuertes fue al día siguiente. como que quería tener relaciones conmigo para que lo perdonara y estar bien"
Continuará
• Investigadores de la División de Investigaciones Epidemiológicas
y Sociales. Instituto Mexicano de Psiquiatrfa. Calz. México-Xochimilco
101. San Lorenzo Huipulco. 14370, México. D.F.
Palabras clave: Mujeres golpeadas, salud mental, género.
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