ENSAYO SOBRE EL DESEMPEÑO COMO TERAPEUTA GUESTALT Y LA EXPERIENCIA EN EL ENCUENTRO PERSONAL Y PROFESIONAL
María Eugenia
Morales Rivas
Maestría
en Psicoterapia Comunitaria y
Salud
Mental Familiar
CESIGUE,
Villahermosa, Tabasco
Al inicio de la Maestría tenia ciertas
dudas acerca de lo que me esperaba, dado que aunque no tenia experiencia en el
campo de la psicología, para mi el enfoque Gestalt era un espectáculo enorme
donde hacían que la persona que expresaba alguna experiencia frente a otros
llorara y golpeara cojines; previamente había asistido a una “capacitación” con
una maestra de Gestalt de una escuela de Puebla.
Con la primera
clase (con la Dra. Guadalupe
Amescua) y las primeras lecturas de lo que era en realidad el enfoque Gestalt
de Perls y Shub, mi pensamiento cambió totalmente.
Empecé a tener un
concepto nuevo y aquella frase de que “nadie cambia”, fue totalmente obsoleto,
comprendí que las personas nos encontramos en un proceso de cambio constante,
pero que ese cambio no era sólo externo, ese cambio tenia que venir desde
adentro, desde el SELF.
Desde el inicio de
la Maestría en
un ejercicio en clase con la Dra. Guadalupe
me dijo que tenía un carácter rígido, y que sería un reto encontrar en donde
estaba mi rigidez y poder flexibilizarla.
A pesar de ese
comentario tan certero tardé algunos meses en iniciar mi proceso individual,
pues le temía al cambio, porque hasta ese momento mi forma de ser me había
ayudado a llegar a donde estoy.
Hasta el momento
llevo 40 sesiones en mi proceso individual, he descubierto en qué rasgos del
carácter se encuentra mi rigidez, y he identificado que los rasgos más fuertes
son la responsabilidad y la proactividad que aún no he podido flexibilizar
totalmente.
El día de hoy
puedo decir que la Psicoterapia Gestalt
me ha ayudado en el plano personal para darme cuenta de aquellas cosas que
movían algo dentro de mi y no podía
identificarlas o ponerles un nombre, reconocer cómo la mayor parte de mi vida
me encontraba mas pendiente de lo que ocurría afuera y era incapaz de identificar
lo que mi cuerpo me decía; cómo mi exagerada responsabilidad en el trabajo,
consecuencia de introyectos heredados de mi madre, me llevó a descuidar otros
aspectos importantes de mi vida como mi familia y mi salud. Así mismo procuro
poner en práctica día con día aquellas habilidades de contacto que me parecen
esenciales y que deben ser tomadas con mucha responsabilidad: el escuchar,
pedir, dar y recibir, aunque a veces el recibir cosas buenas aun me cuesta algo
de trabajo.
Aunque el proceso
individual no ha concluido, me faltan 10 sesiones, creo que no son suficientes,
que aunque ha habido cambios en mi persona, aun no es suficiente para ser un
mejor ser humano no solo para mi familia, si no para ser una terapeuta
responsable.
Así mismo me queda
claro y me llevo la consigna que no puedo terminar mi proceso terapéutico de
por vida, porque una vez que inicie con la atención psicoterapéutica a
pacientes, se pueden mover cosas dentro mi que deben ser resueltas no con mi
paciente, si no con mi terapeuta o en supervisión.
En el plano
profesional como Coordinadora del Programa de Prevención y Control de
Adicciones, en primera instancia me volvió más cercana a los responsables de la
operación de los programas (psicólogos en las unidades de salud), he procurado
prestar atención a sus necesidades, procurando ser más un aliado que un
enemigo, eso ha facilitado la comunicación favorecido que tengan la confianza
de que pregunten ante cualquier duda que les surja para mejorar y llevar a buen
termino las responsabilidades que desde mi programa se les marcan.
Asimismo, me ha
permitido tener una nueva alternativa de intervención terapéutica, que me
permite sumarla a los conocimientos que ya tenía sobre los modelos de
intervención para pacientes consumidores de sustancias.
A nivel federal,
el programa de prevención y control de adicciones maneja un enfoque cognitivo
conductual (de la UNAM ),
mas sin embargo yo siento que le falta algo más para enganchar al paciente,
como parte de mi responsabilidad en la puesta en marcha en el Estado de Tabasco
de los Centros Nueva Vida, debo facilitar la capacitación al personal operativo
de estos centros, y estoy procurando que el personal además de capacitarse en
el modelo operativo propuesto a nivel federal lleven también un entrenamiento Gestalt
para que facilite el raport con el paciente, lo enganchen y que no abandone el
proceso antes de que éste concluya. Ese es uno de mis objetivos personales ya
que menos del 30% del personal de psicología adscrito a estos centros cuentan
con Posgrado en Psicoterapia Gestalt.
Nuestra Maestría
como su nombre lo indica “Comunitaria” me ha ayudado de igual forma a entender
que es difícil llegar a una comunidad, a una población con un conocimiento
nuevo, diferente a lo que para ellos es común, y querer cambiarle, estoy
convencida que nuestro trabajo en la comunidad se facilitaría si de verdad
escucháramos las necesidades de nuestra población y en base a estas
desarrolláramos los programas necesarios para convertirlas en comunidades
sanas.
Actualmente me encuentro
en un proceso de cambio radical, intento pasar de Coordinador Estatal de un
Programa a Médico General de alguna comunidad, dado que siento que es
indispensable comenzar a poner en práctica lo que he aprendido durante estos
dos años, me ilusiona realmente la idea de darme la oportunidad, con estas
nuevas herramientas que me han sido concedidas, de escuchar las necesidades de
la gente desde su propia percepción.
11. Septiembre. 2008
Trabajo presentado para la materia
Supervisión de grupo
Docente:
Mtra. Angeles Carrasco Sainéz
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