Ensayo para acreditar
la materia de Creatividad (Primer
Semestre)
Eduardo Carlos Juárez
López
Maestría Psicoterapia
Gestalt Adultos
Me
gusta imaginar la labor de un terapeuta en su consultorio con la de un chef en
su cocina. Si el chef es bueno y está preparado para todo tipo de situación
sabrá sacarle el mayor provecho al material con el que trabaja. Y es que hay
diversos tipos de comida y factores externos que influyen directamente en
ellos. Después de una cuidadosa cocción, en la que el chef pone en práctica sus
conocimientos, paciencia y experiencia finalmente le da un toque estético al
platillo para que el comensal tenga la primera percepción visual de placer. La
metáfora me sirve claramente para describir que desde la perspectiva del
psicoterapeuta como gran chef me puedo valer de diversas técnicas para crear
una “buena forma” estética y funcional de la problemática del paciente con su
entorno (Keith, 1990).
Porque
el acto terapéutico es fundamentalmente un acto plástico, el acto terapéutico
permite la realización de una Gestalt fuerte, de una figura clara y sana, que
ha sacado su energía y fundamentado su carácter excitante de los recursos de un
fondo… (Robine, 2002)
Como
músico me considero una persona creativa, sin embargo aprendí que no es
exclusiva de mi profesión, todos nacemos con ella pero la vamos perdiendo. Toda
labor humana puede integrar la creatividad comúnmente asociada con las artes y
las ciencias. Con esta visión puedo incorporar ideas creativas de la música hacia
mi labor como facilitador de terapia a la vez que valoro mucho más otras
profesiones.
Sin
embargo, la creatividad no es un lujo: todo el mundo posee una cierta capacidad
para crear, aunque nuestra educación nos entrenó más bien para pensar en forma
deductiva, para enjuiciar o evaluar, dejando a un lado el pensamiento intuitivo
y la apertura a nuevas ideas, base de la creatividad (Cazau, 2000).
Las
lecturas me incentivaron a buscar de qué manera fue estimulada mi creatividad
para llegar a ser el primer músico en mi familia en generaciones. Recordé todo
el trabajo creativo hecho por mi madre, procurando que memorizara letras y
gestos de declamaciones, que me presentara en público, que aprendiera las
tablas de multiplicar por medio de canciones y comprándome música clásica para
amenizar mis tardes de estudio. Encuentro en mi madre una persona altamente
creativa que me transfirió su capacidad y que ésta encontró acomodo en el
estudio del violín y la música.
La
creatividad es una disciplina muy importante para cualquier actividad humana y
esencial para la práctica de la psicoterapia Gestalt. El facilitador puede
inducir al cliente a hacer un dibujo o una escultura en la que finalmente está
proyectando la situación que emerge desde su fondo en ese momento. El terapeuta
es como un cazador experimentado que sabe dónde, cuándo y cómo buscar; en la
intención y condiciones adecuadas sabiendo también cuándo retroceder. Fluye con
la energía del paciente no interrumpiendo el cauce del río aunque también sabe
que tampoco se debe interrumpir el flujo de una interrupción. Lo que
corresponde abordar en terapia no es el material censurado sino el mismo acto
de censurar, la forma que toma la autointerrupción. (Perls, 1989).
La
honestidad es parte vital del proceso terapéutico, cuando hice mi escultura
invertí mucha energía y compromiso, traté hacerla a mi gusto y los resultados
fueron buenos. Fue una experiencia gratificante ver como mis compañeros sin
conocerme y solo con apreciación fenomenológica fueron capaces de ver la figura
que proyecté en un pingüino de frutas. Asociaron el uso de frutas sin cáscara a
una persona que vive las cosas a flor de piel, la expresión de la escultura
denotaba tristeza que era como me sentía en ese momento. También halagaron la
creatividad, los pies largos y adelante como persona innovadora y un “tercer
brazo” que por accidente se cayó en el camino. A lo largo de la maestría he
descubierto que los accidentes no existen, todo tiene una causa aunque no sea
obvia y que todo lo que ocurre en un campo es pertinente. Ninguna parte del
campo debe ser excluida ni considerada a priori como no pertinente: cada
elemento del campo forma parte de la organización total y es potencialmente
significativo (Robine, 2002).
La
creatividad tiene una relación directa con la espontaneidad la cual tenemos
naturalmente en la niñez y vamos perdiendo al adentrarnos a las formas
tradicionales de disciplina en la sociedad. Una persona creativa es más difícil
de controlar y el terapeuta puede presentar experiencias diferentes al cliente
para motivarlo a un despertar creativo significativo.
Me
apropié de mi vocación como terapeuta desde mi enfermedad, reconocerla me da el
poder de trascenderla además de poder contactar mejor a los demás desde mi
vulnerabilidad y espontaneidad. Recuerdo las muchas veces que respondí a mis
compañeros el por qué estaba estudiando psicoterapia. Cuando respondía que por
gusto y curiosidad acerca del tema reaccionaban incrédulos, no concebían como
“cualquiera” podía ser aceptado como estudiante sin previos estudios de
psicología lo cual vivía de manera frustrante. Al darme cuenta que la única
diferencia entre el terapeuta y el paciente es la experiencia de viajar en el
camino del autodescubrimiento cambié mi respuesta. Ahora respondo que estuve en
tratamiento de depresión y ansiedad por espacio de tres años y que ahora estoy
buscando elementos para trascenderla por mí mismo. Ahora cobra sentido y la
elocuencia hace que las personas se abran y compartan experiencias de su vida
que tienen que ver con la salud mental. Apropiándome de mi enfermedad valido la
búsqueda de mi salud y el estar estudiando para acompañar a otros en el camino.
Si decido ser terapeuta, aunque tenga la intención de ser el portador de la
salud, más bien porto ya la estafeta de la enfermedad. Solamente la enfermedad
puede llevar a curar, lo demás son simples disculpas o intelectualizaciones.
Uno sólo puede ayudar cuando se reconoce enfermo (Borja, 1995).
Encuentro
en la metáfora una poderosa herramienta para parafrasear sentimientos que no
pueden describirse en palabras. Así como hay chefs para millones de tipos de
comida también hay diferentes terapeutas para una variedad infinita de
pacientes. Por mi personalidad metódica me costó mucho validar diferentes
estilos terapéuticos lo que ahora comprendo desde la perspectiva de que cada
paciente es diferente. Identifiqué a los emocionales, intensos, abstractos
verbales, normativos, “new age”, intelectuales, esotéricos y hedonistas.
Considero que puedo combinar varios estilos con el propósito de darle al
paciente mayores opciones para contactar con su presente, que a la larga harán
de mi método personalizado algo poderoso.
Vivencié
mis propios bloqueos de la creatividad, tenerlos claros me da el primer
banderazo para trabajarlos aunque también considero que no se debe ser creativo
nada más porque sí. Si un método me da resultado lo exploto en cualquiera de
mis actividades, me da pereza conocer nuevas formas. Cuando la situación o las
personas me proponen hacer una variación o cambio en el proceso salen del fondo
mis resistencias, por ejemplo, me es más cómodo seguir trabajando con la
versión antigua de un programa de computadora que aprender la nueva versión
aunque esto signifique más tiempo para realizar determinado comando.
He
vinculado los bloqueos como terapeuta expuestos por Zinker con mis bloqueos
como persona, mi miedo al fracaso esconde mucho dolor y vergüenza y la
evitación de una posible frustración conlleva una negación de mis propias
debilidades. Finalmente reconozco muchas características propias que como artista-ser
social pueden incluir en mi labor como facilitador de un proceso de terapia:
v Tengo
una cultura amplia, he viajado por el mundo y conozco muchas perspectivas,
costumbres y maneras de pensar.
v Sé
cómo convertir una necesidad en energía. Puedo aprovecharr los nervios
naturales de una presentación en público en la adrenalina necesaria para una
buena interpretación.
v Conozco
mis alcances y límites. Se hasta adonde puedo llegar y comprometerme en tal
situación.
v Me
queda claro qué estoy representando y cuando llamar la atención. Como músico de
conjunto se cuando soy figura y cuando soy fondo para resaltar a alguien más.
v Contacto
con mi honestidad. Me permito equivocarme y saberme humano imperfecto.
v Mis
motivos son puros. Comparto mi arte con los demás.
v Poseo
disciplina, estructura y continuidad. Cualidades básicas para un trabajo
musical en conjunto.
v Critico
con amor. Honestamente es algo que me hace falta trabajar pero que poco a poco
estoy aprendiéndolo de manera satisfactoria
v Soy
un artista disciplinado con hondo potencial.
v Por
la naturaleza de la música que solo existe de manera auténtica cuando se
ejecuta o escucha en vivo poseo la virtud de tener apertura y sensibilidad para
percibir el presente.
v Como
intérprete utilizo la creatividad para dar una interpretación diferente de la
misma obra musical dependiendo del escenario como concepto terapéutico.
v Considero
que tengo buen sentido del humor. Es importante debido a que nuestra profesión
exigirá escuchar muchos escenarios no gratos.
v Al
trabajar con arte estoy en contacto con lo estético lo cual puedo aplicar a la
estética psicoterapéutica de la “buena forma” de la Gestalt del paciente.
v Como
director de orquesta soy responsable de resaltar del fondo de un grupo a
ciertos instrumentos que tienen relevancia en el momento así como el terapeuta
saca los materiales del fondo para construir una figura más fuerte.
Pienso
que mi mayor darme cuenta a lo largo de este primer semestre de la maestría es
que no existe marco alguno de seguridad completa sino el de confianza-fuerza
debido a que la vida cual Gestalt, es algo que cambia constantemente y lo único
que puedo hacer es vivir en el presente pese a los miedos e inseguridades que
eventualmente sabré como manejarlos. Un conflicto creativo da como resultado un
contacto positivo. La psicoterapia también es cambiante dando como resultado
algo original. Tengo que auto conocerme, llegar a ser quien soy cuidando los
límites de organización de la sociedad en la que vivo y finalmente decidir por
mí mismo, siempre respetando a los demás.
Finalmente
la creatividad como energía ha hecho que ahora vea las cosas de manera
distinta, que reconozca mis bloqueos para finalmente convertirlos en energía
para utilizar en mi consultorio. Mi mayor logro en este semestre ha sido la
apropiación de mi trabajo terapéutico como futura profesión y no solo como
búsqueda de mi crecimiento personal.
BIBLIOGRAFÍA
Borja, G. 1995. La locura del loquero. En La locura lo
cura. Un manifiesto psicoterapéutico. La Llave :España
Cazau, P. 2000. Lic. En psicología y Prof. De
enseñanza media y superior en psicología Buenos Aires. Julio
Keith, J. 1990. Improvisaciones
y teatro. Cuatro Vientos:Santiago, Chile
Landau, E. 1987. “La creatividad según las
diferentes escuelas psicológicas” En El vivir creativo. Herder: España
Perls, F. 1989 “Terapia del aquí y en ahora”
En El enfoque guestáltico y Testimonios de Terapia. Cuatro Vientos: Chile
Polster, E. y Polster, M. 2001. La figura
vívida. En Terapia Guestáltica. Amorrortu: Argentina
Robine, J.M. 2002. Una estética de la Psicoterapia ”. En
Contacto y relación en Psicoterapia. Cuatro Viento: Chile.
Robine, J.M. 2002 El econicho. Ensayo sobre
la teoría del campo en terapia Gestalt”. En Contacto y relación en
Psicoterapia. Reflexiones sobre terapia Gestalt. 2da. Edición. Cuatro
Vientos. Chile
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