Ensayo para la materia de
Principios de Gestalt II.
Eduardo Carlos Juárez López
Estudiante Maestría en
Psicoterapia Gestalt
CESIGUE
Toda obra de arte es un
proceso bien organizado, aun cuando éste sea difícil de comprender basta a simple
vista observar los pasos que se dieron en una pintura, escultura o pieza
musical para entenderla mejor. La complejidad hace el proceso más detallado y
difícil de ver, es por ello importante conocer un poco acerca de cómo se van
desarrollando las cosas.
Como terapeuta
tengo que tener bien claros los procesos que otorgan orden y dirección al
proceso frente al cliente. A sabiendas de que no son reglas puedo valerme de su
estructura y dirección para darle al paciente una figura colorida y excitante.
(Zinker, 2003)
Ser responsable
del caso es esencial en el proceso terapéutico, e implica un número de tareas
que pueden sonar un tanto mecánicas, lo que no significa que el terapeuta
controle al paciente, o que el terapeuta esté bajo un régimen, o que no sea espontáneo
o abierto al proceso. (Shub, 2009)
El terapeuta
antes que nada es persona y en mi experiencia como paciente he aprendido
técnicas para utilizar en mis relaciones diarias. De los mapas cognitivos
mencionados por Zinker menciono los tres que más me han ayudado a contactar
mejor con mi ambiente:
Sensación
El manejo del lenguaje es
algo tan natural y que hacemos todo el tiempo que a veces no concientizamos la
buena o mala utilización de éste (Rogers, 1977). En el automatizado mundo que
vivimos se nos olvida que el habla tiene raíces sensoriales que pueden impactar
significativamente en la otra persona.
Cuando llegué a
terapia de pareja me di cuenta que utilizaba muchos términos de manera ambigua,
lo que me llevó a modificarlos para tener un contacto más eficaz en mi
relación. Por ejemplo, no había descubierto el contenido pedante de la frase
“¿en qué te ayudo?”, a simple vista parece una frase amable, sin embargo
observé un plano superior implícito sobre quien ofrece su “ayuda”. Mi terapeuta
sugirió cambiar la frase por “¿en qué te apoyo?” (o “¿en qué te colaboro?” como
dicen los colombianos) equilibrando la importancia de los implicados. Oír y
decir a estas frases hizo que mi relación mejorara significativamente.
Otro ejemplo es
“te pido disculpas”. Aunque mi intención fuera la contraria me percaté de que
“te ofrezco disculpas” daba más elocuencia y sensibilidad a mi discurso.
Recibirlo desde el otro lado ha sido una experiencia gratificante a mis oídos.
Cuando le dices
a un amigo que tiene problemas: “Lo siento por ti”, no tiene un significado
literal, ya que solo él siente sus propios sentimientos y ninguno lo puede
hacer en su lugar; sino simplemente que tú, imaginándote que te pones en su
lugar, construyes una imagen vívida de cómo sería su situación, y reaccionas a
ella (Perls, Hefferline y Goodman)
Apropiarme de
mi lenguaje es algo que me ha costado mucho pero que me ha ayudado a ser
asertivo y a lograr mis objetivos con menos palabras. Al igual que en la vida
diaria esto será una herramienta fundamental de organización en mi trabajo
terapéutico creativo.
Proceso
Inicialmente llegué a
terapia en busca de estabilidad. Me sentía continuamente ansioso debido a una
serie de eventos previos no resueltos en la infancia que salieron a colación en
la adolescencia. Mi meta siempre fue la obtención de “inmunidad” ante cualquier
mala experiencia lo que eventualmente proyecté en la figura del terapeuta.
El terapeuta,
muchas veces, querámoslo o no, es un símbolo de lo que en nuestra fantasía
consideramos como lo perfecto, como lo que se debe ser. (Borja, 1995)
Aunque el
proceso me dio muchas herramientas para convivir con el mundo noté que las
situaciones siempre estaban en constante cambio para lo cual necesitaba más
habilidades. En el fondo esperaba que la terapia arreglara todo y fue entonces
que decidí formarme como psicoterapeuta.
Me gusta
comparar mis experiencias de vida con el acto de un equilibrista caminando por
un hilo, éste se vale de una vara para mantener el equilibrio y su movimiento
siempre busca el balance, nunca es estático, de otra manera caería. Mi vida
está llena de constantes experiencias cambiantes y ahora busco mejores
herramientas para fluir con ellas.
Ahora cambio mi
concepto coloquial de “estabilidad emocional” como la sana experiencia de fluir
en los cambios. En mi infancia solía decir “este año se me pasó muy rápido”,
más tarde en la adolescencia este enunciado cambió por: “¿cómo pude pensar eso?
en este momento estoy plenamente consciente de cada cosa que me ha pasado”. La
verdad era que estaba estancado en mis experiencias (neurosis) lo que hizo que
tuviera una sensación menos fluida del presente.
Más aún la
persona de funcionamiento correcto “vive cómodamente en el cambiante fluir de
su experiencia (Rogers, 1958)
Validez
de contenido
Suelo ser una persona
intolerante. Me cuesta pensar, ser o actuar de forma diferente. Aun después de
flexibilizarme en mi primer proceso terapéutico seguí pensando que éste era el
único camino. La experiencia de conocer otras culturas me ha hecho concluir que
hay muchas opciones para lograr diferentes objetivos y la elección del camino
depende de las experiencias personales. Cada persona es única y valiosa por el
hecho de ser. Cuando me dirijo a mi mismo logro descubrimientos y
aprendizajes más profundos lo cual ha sido un proceso largo y difícil.
Auto conocerme
me ha traído muchos darme cuenta poderosos para cambiar mi forma de ser, pero
también he experimentado momentos incómodos y dolorosos a la hora de observar
la conducta que no me ayuda. Recientemente he trabajado en terapia mis rasgos
narcisistas y comparto una parte del mito de Narciso a quien Tiresias un sabio
griego predijo a sus padres “tendrá una larga vida siempre y cuando no se conozca
a sí mismo”. La psicoterapia Gestalt me ha dado la oportunidad de conocer y
matar al narciso que no me deja empatizar con los demás; ha sido un proceso
duro pero poco a poco he aprendido a respetar las experiencias ajenas por el
hecho de ser únicas.
No hay
consciencias exactas o inexactas, todo es válido. Pensando así, validando todo
lo que el paciente presente el consultorio incluida su ausencia o silencio
serán una herramienta importante para mi trabajo como terapeuta creativo.
BIBLIOGRAFIA
Borga,
G. (1995) “La locura del loquero” En La locura lo cura. Un manifiesto
psicoterapéutico. España:La llave
Lasch, CH. (1999) La cultura del narcisismo.
Editorial Andrés Bello, Extraído de http://es.wikipedia.org/wiki/Narcisismo
Perls,
F., Hefferline, R. y Goodman, P. “El contacto del entorno”. En Terapia
Guestalt: excitación y crecimiento de la personalidad. Galicia, España.
Traducción. Edit. Centro de Terapia y psicología pp. 343-392.
Rogers, C. (1958) A process Conception of Psychoterapy.
American
Psychologist, 13, 142-149
Rogers,
C. (1977) El proceso de convertirse en persona. Buenos Aires:Paidós.
Shub,
N. (2009) “El terapeuta, responsable del proceso terapéutico” En Ser… en el
momento. Un enfoque de la Psicoterapia Guestalt para el cambio. México:CIEG.
Shub,
N. (2009) “Invertir” En De corazón a
corazón. Psicoterapia Guestalt para parejas. México:CIEG.
Zinker,
J. (2003) “Raíces y supuestos. En El
proceso creativo de la terapia guestáltica. México:Paidós.
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