QUÉ CUERPO EN TERAPIA GESTALT
Miriam Maldonado Romero
Bitácora
de Procesos Corporales
Estudiante de Maestría en
Psicoterapia Gestalt
Partiendo
de que la terapia Gestalt es holística, entonces nos supone integrar el cuerpo
dentro del proceso global de cada sesión de terapia.
El self es una totalidad de mi misma
porque todo este conjunto de peculiaridades me hace saber que yo soy yo, además
de que mi self está cambiando y actualizándose constantemente. También plantea
que es un “sistema de contactos y varía con flexibilidad ya que cambia con las
necesidades dominantes del organismo y la presión de los estímulos del
entorno. Es por ello que a través de la
excitación empezamos a sentir que necesitamos algo, mediante las sensaciones
vamos definiendo la necesidad, el sentimiento nos pone color y el significado
que necesitamos, a través de la orientación nos organizamos para satisfacer
nuestras necesidades.
El cuerpo como parte de un
todo
En
la primera etapa se especifica el proceso inicial de contacto para la
satisfacción de la necesidad, el cuerpo se pone en movimiento, con micro
macro-movimientos que hacemos corporalmente de manera espontánea cuando nos
relacionamos. “La acción muscular es una
parte intrínseca de cualquier intercambio con nuestro entorno”. Estos micro y macro-movimientos corporales
son los que van a desencadenar las sensaciones.
El cuerpo por su propia naturaleza
tiene patrones de movimiento, estos son: abandonarse, alcanzar, agarrar, tirar
hacia uno mismo y mantenerse. Cuando
estos patrones sufren deterioro en los primeros años de la vida, su calidad se verá
mermada y se perturbarán las sensaciones y con ello la formación clara de la
figura que va a mostrar nuestra necesidad.
Para compensar esta merma de
sensaciones los seres humanos recurrimos a diversos ajustes creativos, que
aunque de modo artificial nos permiten sobrevivir aunque con diferentes grados
de insatisfacción y de incapacidad:
·
Confluencia:
aceptamos sin vacilación las sugerencias del entorno como nuestras propias
necesidades.
·
Introyección:
obedecemos las órdenes de las figuras de autoridad de nuestra infancia que
hemos interiorizado como el camino adecuado a seguir.
·
Proyección:
lanzamos al entorno algunas de nuestras necesidades que consideramos impropias
y se las atribuimos al otro, librándonos de la inquietud que nos hace sentir.
·
Retroflexión:
somatizamos la excitación antes de que llegue a convertirse en figura y nos
sentimos mal físicamente (a la larga, estas retroflexiones acaban por
convertirse en enfermedades o rigideces crónicas)
·
Egotismo:
en lugar de captar una sensación, utilizamos la mente y el razonamiento para
deducir, “lógicamente lo que necesitamos”.
En esta parte me puedo identificar
plenamente, ya que me doy cuenta que yo a través de los años y de utilizar una
y otra vez la retroflexión, me ha hecho tener zonas con gran rigidez y puedo ver
que hasta me he “acostumbrado” al dolor, ya que efectivamente, no siempre es
intenso y he podido vivir con él. En
esta última ocasión, me va quedando más claro al hacer ciertos ejercicios como
es que no estoy consciente de cada parte de mi cuerpo, sino que simplemente lo
utilizo como algo ajeno a mí misma, y hasta pareciera que le atribuyo
situaciones muy específicas, como si él fuera el que se tensara y se sintiera
adolorido, pero la verdad es que ahora veo claramente que soy yo la que me
ocasiono estas molestias.
Me maravilla también darme cuenta cómo
es que algo tan vital como la respiración, casi la dejo de hacer cuando me
enojo o cuando algo me emociona y como mi cuerpo reacciona de forma
maravillosa, tratando de tener un equilibrio y como es que poco a poco logra
hacer ajustes creativos para poder funcionar.
Estos ejercicios que hicimos tanto de
bioenergética como otras técnicas, van poco a poco aflojando esa coraza, pero a
veces siento que me deja más adolorida al final que como empecé, pues voy descubriendo
lugares en mí que no me había dado cuenta lo tensos que están y al moverlos
duelen. En el taller que tomamos contigo
de Gente que trabaja con Gente, de verdad que fue enriquecedor pues estos
ejercicios tuvimos la oportunidad de realizarlos por más tiempo y de verdad, me
gustaría tener oportunidad de incorporarlos a mi vida diaria, lo intento pero
aún no lo logro como hábito.
Es por ello que necesitamos estar
atentos a la fenomenología del movimiento corporal y a sus rigideces, como
expresión de algún tipo de bloqueo o a la interrupción para que las sensaciones
puedan ser sentidas, o se interrumpa el proceso de contacto del aquí y ahora en
esta primera fase de formación de figura.
Como terapeutas gestálticos ni
juzgamos, ni interpretamos, ni intentamos cambiar estas rigideces. Nuestra intención es que el cliente se dé
cuenta de cómo hace lo que hace y será consciente de cómo se siente al darse
cuenta de esto y cómo lo expresa. Esto lo lleva a la movilización de la
excitación o energía. A veces los
pacientes traen el momento histórico en el que se fijó la rigidez, es lo que
llamamos “asunto inconcluso” pero es en la sesión que se resolverá en el aquí y
el ahora, porque es lo que va a permitir actualizar la experiencia, y por lo
tanto, el cambio. Recordar es catártico
pero no curativo.
Referencia bibliográfica
Vásquez
Bandín, Carmen (2010). “El cuerpo..¿qué cuerpo en terapia Guestalt?. En Borradores para la vida. Pensar y escribir sobre Terapia Guestalt. Madrid:Libros
del CTP
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